La crema de guisantes está buenísima y, ¿lo mejor? ¡Que no solamente hay una! Añadiendo distintos ingredientes, modificamos el sabor y nos queda perfecta para variar durante la primavera o el verano. También tienes opciones calientes, para que tu cuerpo entre en calor en los días de frío del año.
Lo cierto es que comer esta legumbre, de cualquier forma, es muy nutritivo y saludable. Su valor nutritivo está en que con muy pocas calorías y aportan cantidades interesantes de agua, fibra, carbohidratos, proteínas vegetales, vitaminas, minerales y antioxidantes, lo que los convierten en un alimento a incluir en una dieta saludable y equilibrada.
Entre los beneficios que generan el consumo de guisantes está la contribución que realizan al buen funcionamiento de nuestro sistema digestivo y a la mejor absorción de los alimentos, ya que controlan el colesterol y evitan la absorción de algunos azúcares. Esto se debe a su aporte en fibras solubles y es la razón por la que se recomienda su consumo para prevenir o recuperarse de algunas enfermedades crónicas, como la diabetes.
Por su riqueza en potasio y magnesio también son beneficiosos para el correcto funcionamiento del sistema nervioso; mientras que el calcio y la vitamina k que aportan fortalecen dientes y huesos. Entre las vitaminas se destacan la A, muy presente en otras verduras. Su consumo regular provee beneficios para mantener la buena salud de la visión. Además, son ricos en vitamina C. Así que si comemos un plato de 200 gramos de guisantes frescos tendremos la cantidad necesaria de esta vitamina. Por último, no nos podemos olvidar de la B1 o tiamina, que es la encargada de mantener nivelada la energía de nuestro cuerpo, por lo que intervienen beneficiosamente en los procesos del sueño y del apetito.
Además, por su aporte en proteínas, los guisantes son muy indicados para incluir en los menús vegetarianos. Los valores de los aportes nutritivos de los guisantes varían notablemente de acuerdo a la forma en que sean consumidos. La escasa cantidad de calorías que tienen las legumbres se consumen frescas se ven triplicadas cuando cocinamos las legumbres secas. La razón es que al secarse pierden agua y los nutrientes se concentran. Por lo tanto con el mismo peso de guisantes estaremos ingiriendo más hidratos de carbono, pero también más proteínas, fibras y minerales. El menor contenido en fibra de los guisantes frescos, se contrapone a su mayor aporte de oligosacáridos y distintos tipos de azúcares, como la lactulosa y la isomaltosa. Mientras que las cantidades de grasas siempre son insignificantes.