Los espárragos blancos tienen un sabor muy suave, ideal para incluirlos en recetas muy diferentes. Pueden ser un entrante perfecto para ir abriendo el hambre pero también ser un primer plato con una deliciosa crema. De hecho, ¡pueden estar hasta en forma de flan! No, no es un postre ni dulce, pero cuando lo veas y, mejor, lo pruebes. ¡Te alucinará!
Como entrante, te recomendamos los espárragos en salsa verde. La clásica salsa verde, la que más conocemos, es aquella que se prepara con harina, aceite de oliva, ajo, caldo de pescado y perejil, una combinación que la hace perfecta para acompañar carnes y pescados, como la merluza. Sin embargo, la receta de espárragos en salsa verde utiliza una salsa que solo puede recordar a la tradicional por el color. Esta salsa se elabora con las yemas de los huevos hervidos, perejil, pimienta, aceite de oliva y vinagre. Y el resultado es similar a una mayonesa, mucho más indicada para servir junto con verduras, en este caso, los espárragos. Más allá de esta preparación es una receta súper sencilla y un aperitivo sabroso para empezar la comida.
Increíble está el flan de espárrago blanco. ¡Gusta a todo el mundo! Como te decíamos antes, no es ni postre ni un dulce. Cuando te dicen flan lo normal es que pienses en el de huevo o vainilla con caramelo líquido, al que en ocasiones se añade nata montada. Sin embargo, prepararlo de una forma totalmente distinta, con espárragos! Los espárragos son los brotes frescos de la esparraguera, una planta que pertenece a la familia de las Liláceas, en la que también encontramos a las cebollas y los puerros. Son ricos en potasio y tienen un gran efecto diurético. La receta es ligerísima. ¡Pruébalo!