Guisantes con jamón
- 40-60 min
- Fácil
- 4 personas
Comer sano, de calidad y con mucho sabor es bien fácil. Sobre todo con recetas tan tradicionales como estos guisantes con jamón, un plato perfecto para el otoño y el invierno. Se puede hacer con guisantes congelados o frescos, con los primeros ganarás en comodidad y con los segundos ganarás en sabor.
A la receta de hoy se le añade un cogollo de lechuga cortado a tiras finas, que se rehoga junto con los tacos de jamón, la cebolla y el ajo picado. Y los guisantes se acaban cociendo en agua con Avecrem Dúo Legumbres Estofadas y ¡listo! No puede ser más sencillo, ¿verdad? Pues, anímate a preparar esta apetitosa receta y cuéntanos cómo te ha salido.
Los guisantes pueden ser el ingrediente principal de muchas recetas pero también un acompañamiento ideal, como ocurre en esta más que recomendable receta: timbal de anillos de pasta con guisantes y ragú.
Ingredientes para Guisantes con jamón
Cómo hacer Guisantes con jamón
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Lava el cogollo de lechuga, sécalo bien y córtalo en tiras finas. Pela y pica la cebolla y el diente de ajo.
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Calienta tres cucharadas de aceite de oliva en una cazuela antiadherente de fondo grueso y dora los daditos de jamón durante unos instantes, hasta que cambien de color. Retíralos de la cazuela y, en el mismo aceite, rehoga la cebolla picada a fuego muy lento durante 12 minutos. Añade el ajo picado y el cogollo y cuece durante 2 minutos más.
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Añade los guisantes, remueve y sazona con la pastilla de Avecrem Dúo Legumbres Estofadas desmenuzada y una pizca de azúcar. Cubre escasamente con agua y deja cocer los guisantes durante 15 minutos. Cuando falten 5 minutos para el final de la cocción, sazona con una pizca de pimienta recién molida y añade los daditos de jamón. Sirve los guisantes bien calientes.
Consejos para cocinar Guisantes con jamón
El Truco: aprovecha las vainas de los guisantes
Por lo general, a la hora de hacer nuestras recetas solemos utilizar guisantes congelados, pero si los hemos comprado frescos cuando es temporada tendrán mucho más sabor y aroma. Además, podremos aprovechar las vainas, ya que son comestibles y tienen gusto muy delicado. Lo único que antes de cocerlas tendrás que asegurarte que estén bien limpias y lavadas.