Los callos con garbanzos están buenísimos. Esta legumbre aparece de forma recurrente cuando preparamos las diferentes recetas. Así que primero te vamos a decir cómo preparar los garbanzos.
Antes de ser cocidos, debes poner los garbanzos en remojo en agua, no muy fría, más bien un poco templada, con un poco de sal durante, aproximadamente, doce horas. Luego se lavan con abundante agua para eliminar el posible olor generado durante esas horas que estuvieron en remojo. Durante la cocción, si es necesario añadir agua o caldo que nunca sea fría o frío el líquido. Caliéntalo un poco antes. Si quieres ahorrarte el paso de hacer los garbanzos, siempre puedes usar de bote. Acuérdate de lavarlos bien antes.
Entre las recetas de callos con garbanzos, te recomendamos el cocido con nuestros protagonistas o una típica receta de callos con garbanzos que hemos detallado paso a paso. En el caso de que quieras guardarte un tupper extra en el congelador porque te han sobrado, un consejito. Si la receta que has preparado lleva patatas, evitar meterlas en el congelador ya hechas. Es decir, si quieres congelar la receta ¡adelante! Sin embargo, acuérdate de cocinarla sin patatas porque estas no quedan bien después de congelarse.
A partir de aquí, disfruta del plato que te ha quedado. ¿Lo mejor? Que estas recetas integran ingredientes muy humildes y baratos, de los que se alimentaba bien el pueblo, y que el resultado es exquisito. Ahora, además, se han puesto de moda hasta en los mejores restaurantes así que, ¿qué razones necesitas más para saber prepararlos en casa?