La sobrasada es uno de los productos más típicos en la gastronomía balear. Es imposible no ir a este bello archipiélago y no comer ensaimadas o tostadas con este embutido. Nosotros con tostadas no te lo ponemos, sino que preferimos algo más elaborado.
Esta receta de solomillo con brie es perfecta para poder salir de las típicas preparaciones gastronómicas que involucran al solomillo.
Pero, y la sobrasada, ¿de dónde viene? Atentos, ¡porque es un embutido siciliano! Surge de la necesidad que había en tiempos antiguos de guardar la carne de la matanza durante largos periodos de tiempo gracias a la técnica del salado. Su curioso nombre proviene de la palabra italiana “sopressa”, que significa “picado”. De ahí pasó a la península Ibérica y llegó a Mallorca, donde alcanzó su mayor desarrollo a partir del siglo XVI, hasta que en 1996 la Unión Europea le otorgó el sello de Indicación Geográfica.
Para poder comenzar a hacer tus deliciosos solomillos de cerdo con sobrasada y queso brie, ¡lo primero que tienes que hacer es abrirlos! Rellénalos con la sobrasada y el queso brie y comienza a cerrarla haciendo un pequeño ejercicio de costura con aguja e hilo.
Salpimienta el solomillo de cerdo y márcalo en una plancha o cazuela por todos los lados de la carne. Este proceso tiene que ser rápido, que no dure más de 10 minutos, ya que solo queremos que la carne esté ligeramente dorada, no cocinada.
Cuando ya haya una costra fina y con apariencia deliciosa, pasa la carnea a una bandeja de horno. Comienza a precalentar este durante 10 minutos a 180º. Con el solomillo en la bandeja, vierte en ella el Caldo Casero de Pollo Gallina Blanca y tápalo todo con papel de aluminio, ¡y para el horno!
Cuando hayan pasado los 10 minutos saca el solomillo del horno y deja reposar la carne durante unos minutos sin destaparlo. Y listo, ya tienes tu solomillo listo para ser trinchado.