Recetas de Postres y dulces

Una vez acabada la mezcla, deberemos untar un molde de tarta con caramelo, este paso se puede hacer simultáneamente a la mezcla. Una vez acabado, se deberá agregar toda la mezcla en el molde con caramelo.
Coger el molde con la mezcla e introducirlo en el horno (previamente precalentado) durante 30-45 minutos manteniendo la temperatura a 170 grados. Cuando esté dorada, retirar la tarta del horno y pincharla con un cuchillo para comprobar que no salga manchado y que ha quedado completamente sólido por dentro.

Cuando ya esté lista, dejar enfriar en la nevera hasta que quede sólida. Posteriormente para finalizar nuestra tarta de queso podemos decorarla con nata montada o con el condimento que más guste por encima (mermelada de fresa, frutas del bosque, melocotón, arándanos…) y…nuestra tarta de queso estará lista para comer. Este es un postre ideal para los platos para verano, si quieres ver otros, ¡puedes pinchar aquí!

A continuación, te proponemos una tarta de queso un tanto diferente a la que te hemos explicado anteriormente. Para empezar, mezcla la harina con la mantequilla derretida. Añade los huevos, el azúcar lustre y la sal y mezcla hasta que la pasta este fina. No debes mezclarla en exceso.

Estírala con la ayuda de un rodillo de pastelería, cubre un molde rectangular con esta pasta quebrada, por abajo y por los laterales. Debe quedarte una capa muy fina. Limpia los fresones, quita el rabito y pártelos por la mitad. Guarda 100 g para decorar.

Vierte la nata en un cazo y ponla en el fuego. Cuando empiece a calentarse, retírala del fuego y añade el chocolate blanco. Deja que se derrita y se enfríe. Añade a la nata y el chocolate los fresones y tritura con la ayuda de una batidora eléctrica.

En un cuenco echa el queso fresco, el azúcar y los huevos. Mezcla suavemente y añade la mezcla de nata, chocolate blanco y fresones y el zumo de limón. Mezcla el conjunto hasta que esté bien cremoso. Vierte la mezcla dentro del molde con la pasta quebrada y cuece el conjunto en un horno precalentado a 150 ºC durante 1 h.
Una vez cocida (si la pinchas en el centro con un cuchillo la punta debe salir limpia), sácala del horno y déjala enfriar. Desmolda la tarta, decórala con unos fresones por encima y un poco de salsa de fresones alrededor. Si te ha gustado esta receta te recomendamos que les eches un ojo a estas de mousses.

Saber crear postres para varias personas es indispensable para eventos y fiestas en casa. Y para ello, una de las recetas de postre más típicas y que seguro que gusta a toda la familia es hacer un buen bizcocho.
En este caso lo hemos preparado con algunos frutos secos y glaseado con un azúcar con aroma de manzanilla. ¿Te atreves a prepararlo?

Este roscón de bizcocho es un postre ideal para preparar en un cumpleaños o como una alternativa casera y sencilla al Roscón de reyes. Con lo esponjoso y sabroso que te quedará, seguro que desaparece de la mesa en un momento, así que ¡estate atento!, o ¡no podrás ni probarlo!

En un bol, mezcla la harina con el azúcar y la ralladura de limón. Por otra parte, mezcla los huevos con la mantequilla. En un tercer tazón, diluye la levadura en un poco de leche tibia.

A continuación, une las tres mezclas y mézclalo todo hasta crear una masa suave. Deja reposar. Dispón las almendras y las avellanas en un recipiente con agua caliente y deja reposar brevemente. Romperlas en trozos grandes. Incorpora 2 cucharadas de azúcar disuelto en agua a la mezcla y los frutos secos.
Engrase ligeramente un molde para el horno, pon la mezcla y deja que suba durante unos 30 minutos. Luego, hornea y cocina a 180 °C durante 20 minutos.

Mientras tanto, prepara el glaseado disolviendo el azúcar en polvo con una cucharada de manzanilla caliente. Decora el roscón cuando se haya enfriado. Así que ya tienes listo un rico bizcocho que te va a servir como base de muchas recetas. Si quieres más recetas de torrijas y recetas de helados para coger inspiración pincha aquí.

¿A quién no le gusta el arroz con leche? Este delicioso postre, con una historia antiquísima que data de la Edad Media, es un final perfecto para una comida ligera, ya que es bastante saciante. Si bien la receta tradicional es deliciosa, lo cierto es que este postre admite todo tipo de variaciones. Esta receta con leche condensada, ideal para los más golosos, es un ejemplo, pero hay muchos más: ¿te atreverías con un arroz con leche y cacao? ¿Y con un arroz con leche y plátano gelatinizado? ¿Y qué te parecería un flan de arroz con leche?

Para empezar, pon la leche a hervir con la cáscara del limón y la rama de canela. Cuando rompa a hervir, añade el arroz y déjalo cocer durante 18 minutos a partir de que la leche vuelva a hervir.
Retira la canela y el limón y añade la leche condensada y el azúcar. Remueve durante cinco minutos. Ahora solo queda deja enfriar completamente y sirve en platos individuales. Decora con la canela molida.

Otro postre fácil que os proponemos hacer también es una copa de crema chantilly. Para ello lava las uvas, córtalas por la mitad y retira las semillas de su interior.
Para preparar la crema chantilly, monta la nata bien firme y añade la crema pastelera, mezclando bien con movimientos envolventes para que no se desmonte la nata.
Al montar las copas, pon en la base una mezcla de bizcochos triturados, junto con las uvas y el vino dulce. Cúbrelo todo con la crema chantilly y decora con unos "amaretti" enteros y algunas uvas. Esperamos que estas recetas de postre os hayan gustado y hayan servido de inspiración para vuestros postres.