Mantén la figura después del verano

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Un vermut en un chiringuito de la playa, comer cuando apetece, siestas de sobremesa, picar entre horas, noches de fiesta... El verano conlleva una serie de cambios en nuestras rutinas diarias, nos relajamos y olvidamos los hábitos saludables que hemos seguido durante todo el año. 

Y cuando se acaban las vacaciones volvemos al horario fijo, a las horas frente al ordenador, las prisas, el estrés... y parece una tarea muy complicada volver a comer sano y cuidarnos, así que acabamos consumiendo cualquier cosa y mal. Pero seguir unos sencillos consejos te ayudará a superar la llamada crisis postvacacional y a encarar el nuevo curso aprovechando los beneficios de una buena alimentación.

La organización es la clave

La improvisación no es la mejor aliada para volver a retomar unas comidas saludables. Por eso, es esencial que planifiques con antelación lo que vas a comer cada día y que, en base a ello, hagas la lista de la compra. Es conveniente que cada semana tu carro esté compuesto de variedad de productos, entre ellos, las verduras que tendrán que ser las protagonistas de casi todos tus platos ya que nos aportan fibra, vitaminas, minerales y agua. 

Apuesta por menús que no te quiten mucho tiempo y que, por tanto, sean fáciles de cocinar. Una propuesta súper sencilla es hacer una escalibada, donde las verduras asadas quedan muy melosas. Y si dispones de algunos minutos más puedes acompañarla de un pavo al romero bajo en sal, que te proporcionará la cantidad de proteínas necesaria y mantendrá a raya tu línea.

Por otro lado, la manera de cocinar los alimentos también influye en el proceso de recuperación postvacional. Evita sobre todo las frituras y escoge otras cocciones más saludables como hervir los alimentos o cocinarlos a la plancha. Pero si te resultan soluciones algo aburridas, hay otras cocciones igual de beneficiosas para la salud como el salteado, en un salteado de verduras bajo en sal, o una merluza en papillote, una técnica ideal para cocinar pescado y mantener la figura ya que no usa ni grasas ni salsas.

Dieta depurativa

Los excesos del verano repercuten no solo en nuestra físico si no también en nuestro estado de ánimo y en nuestra salud. Para ayudar al cuerpo a eliminar las toxinas acumuladas por el consumo de alimentos poco saludables es necesario beber mucho líquido. No hay que olvidarse, por tanto, de tomar suficiente agua, al menos 8 vasos diarios, que nos mantendrá hidratados y saciados.

Aunque no solo podemos optar por el agua. Es muy recomendable también tomar infusiones como la de ortiga o cola de caballo y té verde. Además, existen alimentos diuréticos, incorpora a tus menús apio, espárragos, tomates y lechuga, te ayudarán a eliminar las impurezas que se han acumulado durante el verano.

Otra manera mucho más gustosa de beber líquidos es a través de las sopas y los caldos. De esta manera estarás contribuyendo a mejorar tu salud con platos nutritivos y saciantes, que favorecerán el hecho de no picar entre horas. ¿Qué te apetece más una sopa de zanahorias y naranja o un caldo de cigalas con guisantes y espárragos? Hay muchas recetas para elaborar estos platos reconfortantes y beneficiosos. Eso sí trata de reducir el consumo elevado de sal en tus platos ya que te provocaría retención de líquidos. 

Al igual que la sal hay que evitar tomar alimentos grasos y azucarados; así que hay que dejar a un lado la bollería, los alimentos procesados y las bebidas industriales. Pero si que podéis probar unas deliciosas Berenjenas con miel, una receta dulce y sanísima. De la misma manera es conveniente comer 5 veces al día, prestando especial importancia al desayuno, y respetando los horarios para una correcta alimentación y digestión. 

Aunque para mantener la figura después del verano es clave seguir estos hábitos alimenticios saludables, también es esencial un descanso adecuado, durmiendo las horas necesarias. Así como realizar cualquier actividad deportiva, con la que lograremos un bienestar físico y emocional.