Crema de zanahoria y apio
- 20-40 min
- Fácil
- 4 personas
Junto con los purés y las sopas, las cremas son las aliadas perfectas para vencer los días de frío y recobrar la energía. Esta deliciosa crema de zanahoria y apio va a conseguir que se te haga además ¡la boca agua!
Ingredientes para Crema de zanahoria y apio
Cómo hacer Crema de zanahoria y apio
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De recetas de cremas se podrían escribir libros y libros enteros pero hoy nos quedamos con una deliciosa que revitalizará tu organismo. ¿Qué es lo mejor? Pues que es un plato económico y sencillo donde los haya, ya que no te costará mucho ni comprar los ingredientes ni la preparación. ¡Es además súper vistosa!
Nos ponemos manos a la obra. Para comenzar esta receta de zanahoria y apio, nos centramos primero en el apio. Limpia y lava los tallos. Elimina los filamentos duros. Para hacerlo, basta con que tires de ellas con un cuchillo. Salen luego los filamentos solos.
Como sabrás, el apio crudo sirve hasta picar entre horas. Es un aperitivo que te lo puedes comer para matar el hambre. Pero, además de crudo, cocinado es muy sabroso y aromático. En sopas, cremas o asados le da un gusto diferenciador. -
Lava y pela las zanahorias. Córtalas en trozos de unos 5 centímetros. Cuando te decimos que no tienes problema en conseguir los ingredientes para esta receta, es de las cosas más literales que te podemos decir. La zanahoria es una de las hortalizas más cultivadas del mundo. Europa es la segunda mayor productora, por detrás de Asia. Si tu oculista te recomienda tomarla porque es buena para la vista -y que, mira, la necesitas después de tantas horas pegado al ordenador-, nosotros te comentamos que hay mil formas de tomarla.
Zumos, con el hummus, guisada, rallada en ensaladas. ¡Y en esta receta tardas menos de 30 minutos en prepararla! -
En una cacerola, echa una cucharada de aceite de oliva virgen extra. Coloca el apio y las zanahorias para que se hagan un poquito. Cuando suelten parte del sabor, añade dos tazas de Caldo Casero de Verduras 100% Natural. Cuece durante 20 minutos.
Pasado ese tiempo, sazona con sal y pimienta al gusto. La pimienta no solo aromatiza los platos sino que además contiene piperina y ésta nos ayuda a hacer la digestión. Hay tres tipo de variedades: blanca, negra y verde. Su color cambia en función de en qué momento se recoja. En esta receta, vamos a usar la negra, la más común. Su sabor es el más intenso, ¿sabes por qué? Porque el fruto se recoge cuando aún no está maduro y luego se deja secando al sol durante una semana hasta que se arruga.
Solo para que no te quedes con la curiosidad, que sepas que la pimienta blanca es la más suave y la verde es afrutada y apenas pica. ¡Ahora ya puedes experimentar en otros platos con ellas!
En este, ya solo nos queda hacer lo último. Coge una batidora de mano y mezcla todo bien hasta que te quede cremoso. Sirve caliente con pan frito y semillas de amapola y girasol para decorar. Estas semillas también le darán un toque crujiente.
¡A disfrutar!
Consejos para cocinar Crema de zanahoria y apio
Para que tu caldo gane en sabor y conseguir una crema mucho más apetitosa existe un truco bien fácil y eficaz. Durante la cocción de las verduras añade otra cucharada de aceite de oliva.