¡La Navidad también puede ser ligera!

Seguro que ya estás temblando pensando en las comilonas que se avecinan en las próximas semanas. Disfrutar de la buena gastronomía navideña típica de estas fiestas y hacerlo de una forma sana también es posible.
La clave, como todo en esta vida, es la moderación, y siguiendo algunos trucos y consejos, conseguirás que tus platos navideños tengan algunas calorías menos. Así que no te preocupes, en este artículo te damos algunas claves para aligerar tus comidas de Navidad.
Prepara un menú alternativo
Las sopas típicas de Navidad son un plato reconfortante para el frío de estas fechas. Y además, pueden ser un entrante ligero si desgrasamos el caldo y lo acompañamos de las verduras de cocción del propio caldo. Y si vas con el tiempo justo, siempre puedes recurrir al Caldo de Pollo Gourmet, una opción ligera y deliciosa para tus platos.
Si hablamos de segundos platos, el pavo, el capón, el pollo de corral, el cordero, la pularda… son platos de carne típicos de la Navidad. En este caso, para que sean menos pesados debemos procurar cocinarlos con poco aceite y evitar el uso de otros ingredientes que aporten mucha grasa.
Y en cuanto a los postres podemos optar por los frutos secos, una gran fuente de grasas saludables, vitaminas y minerales. Pero hay que tener en cuenta que la ración recomendada es un puñado, es decir unos 30 g, ya que de lo contrario estaremos ingiriendo demasiadas calorías.
Si a pesar de estos pequeños consejos que acabamos de darte, te parece que tu línea no resistirá la Navidad, no te preocupes. Puedes montar un menú alternativo con productos menos calóricos. Quizás no sea el clásico menú navideño, pero lo elaborararás con productos típicos de estas fechas y, como lo habrás hecho con todo el cariño, seguro que triunfas.
Para empezar, que no falten las verduras, esenciales en nuestra dieta y también en Navidad. Procura cocinarlas con la menor cantidad de grasa posible o, incluso, servirlas en ensalada. Una receta que seguro cautivará a tus invitados sin empacharles es la de Cebollas con tomate, elaborada con harina de kamut, o unas apetitosas mini cocas con puerros y setas. Aunque si quieres algo más sencillo pero a la vez sorprendente prueba de hacer estos canapés con paté de remolacha.
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Los mariscos, por su parte, son una gran fuente de vitaminas y minerales como fósforo, potasio, hierro, yodo, flúor y zinc. Tienen un contenido alto en proteínas y bajo en sodio, calorías y grasas saturadas. Lo mejor es hacerlos vapor o a la plancha, solos o con ajo y perejil.
Algunas propuestas que te harán quedar la mar de bien y evitarán que tus invitados se empachen antes de comer los turrones podrían ser estas gambas salteadas a la menta o unos sencillos pero muy sabrosos Mejillones con garbanzos y patatas.
Como segundo plato de un menú ligero nada mejor que pescado y mariscos como el besugo, la dorada o la lubina son una excelente opción. Procura cocinarlos al horno y evita incorporar mucho aceite. El besugo al horno con tomillo, patatas y vino blanco es perfecto para estas fechas, además de muy ligero, o si lo prefieres puedes preparar una dorada al horno con verduras o una lubina al horno acompañada de una ensalada mixta, ¿qué te parecen?
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Y por último, el postre. No te vamos a pedir que renuncies al mazapán o a los turrones, ni al roscón de Reyes, pero procura comerlos con moderación y, siempre que puedas, opta por comer fruta como la piña, que es muy digestiva. La puedes preparar, por ejemplo, en esta receta de piña natural al whisky, una forma refrescante y diurética de poner el broche a esta comida de Navidad.
Elige los platos que más te apetezcan para tu menú navideño más ligero y saludable pero, sobre todo, ¡disfrútalos con los tuyos!