Hoy preparemos una sopa de calabacín y zanahoria sencilla y de sabor suave, ideal para que los más peques coman verdura sin pensarlo demasiado. Además, lleva un toque de quesito, que le va a dar un sabor más dulce y sabroso todavía.
Ingredientes para crema de calabacín y zanahoria
Cómo hacer crema de calabacín y zanahoria
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Empezamos pelando las patatas con un pelador. Trocéalas en cubitos pequeños irregulares y reserva.
Lavamos las zanahorias y cortamos ambos cabos. Pelamos con un pelador o rallamos la piel con un cuchillo bien afilado. Corta la zanahoria en rodajitas y reserva.
Cortamos la raíz del puerro y la parte más verde y seca. Lavamos con un poquito de agua para retirar los restos de tierra que puedan quedar y cortamos el resto del puerro a rodajitas.
Lavamos el calabacín y cortamos ambos cabos. Con un pelador, pela algunas tiras de piel, dejando una tira de calabacín con piel, seguida de otra sin piel, y así hasta completar el calabacín. Así conseguimos mantener la mayoría de la fibra, el sabor y el color del calabacín se queden en la crema sin llegar a hacerla indigesta por culpa de la piel. Corta el calabacín en cuartos, como harías con una manzana, y corta la parte de las pepitas en el interior. Retira las pepitas y corta el resto del calabacín en cubitos pequeños. -
Rehoga el calabacín, las patatas, el puerro y las zanahorias en una cazuela con un poquito de aceite. Cuando tengan una textura un poco blanda, añade el caldo y deja cocer a fuego medio hasta que estén completamente blandas.
¿Cómo podemos saber si las verduras ya están listas? Prueba pinchando las patatas con un tenedor: si puedes introducir y sacar el tenedor con facilidad, ya estarán listas, pero si notas cierta resistencia, es que necesitan unos minutos más de cocción. -
Retira la cazuela del fuego y añade los quesitos. Tritura con la batidora de mano hasta que la crema esté bien fina. Si quieres, puedes colarla con un colador chino para eliminar fibras indeseadas.