Hoy venimos con una receta fácil, apañada y riquísima: pastel de patatas y cebolla. Una receta que se prepara en un plis plás y con la que se le puede dar una nueva vida a la patata y la cebolla más allá de la clásica tortilla de patatas. Esta receta es perfecta para los invitados que no coman carne (ya que el bacon es opcional), y para los niños ya que la combinación de los ingredientes les resultará riquísima y muy jugosa. El pastel es un clásico en el mundo de la cocina y no siempre tiene que hacerse el clásico pastel de carne, para todo tipo de paladares hay diferentes opciones que se adaptan a todo: para los vegetarianos nada mejor que un pastel de verduras al horno, para los que buscan algo rico y fácil pastel de patata y jamón. A través de este “formato” culinario todo puede formar parte de un pastel si se es lo suficientemente mañoso, y es un plato ideal para servir a tus invitados, o para hacer en casa si sois muchos. Ahora que ya conoces un poco el contexto del mundo de los pasteles salados vamos a ponernos en marcha y a ver los ingredientes de este pastel, que estamos convencidos que tendrás por tu despensa ya que son básicos clave del mundo de la cocina. ¿Estás listo para preparar un pastel de patatas y cebolla que dejará a todos con ganas de más? ¡Pues vamos, que te vamos a enseñar cómo preparar un pastel de patatas!
Ingredientes para Pastel de patatas y cebolla
Cómo hacer Pastel de patatas y cebolla
-
Vamos con este pastel de patatas al horno. Para empezar tendrás que hervir las patatas con piel, y una vez se hayan enfriado podrás pelarlas para después cortarlas en rodajas normales, que no sean demasiado delgadas. A continuación coge un molde de cristal y úntalo con un poco de aceite o de mantequilla, para después comenzar a poner una capa de patatas por encima.
-
Una vez tengamos nuestra primera capa de patatas en la bandeja vamos a ponernos con la cebolla. Nuestra recomendación es que cortes la cebolla en juliana y te dispongas a pocharla en la sartén con un poco de aceite. Ahora puedes decidir si darle un toque vegetariano a la receta y dejarlo solo con cebolla y patata o si añadir el bacon a la sartén cortado en tiritas finas, lo dejamos a tu elección. Una vez veas que la cebolla está bien doradita (y el bacon hecho, si al final lo has añadido) te recomendamos que lo salpimentes todo un poco y que procedas a escurrir la mezcla para que no haya una cantidad excesiva de aceite en la combinación de todo.
-
Una vez tengamos la cebolla cocinada y escurrida procederemos a echarla sobre la primera capa de patatas, y para que el pastel tenga una buena textura y forma iremos añadiendo manualmente las capas, alternándolas entre ellas. De tal forma iremos poniendo capas de patatas (extendidas por rodajas no muy finas) y luego un poco de cebolla hasta que lleguemos a la última capa de patata, que idealmente no debería de sobresalir del cristal de nuestra fuente.
-
Vamos a por el cuarto paso, y el más sencillo. Vamos a mezclar los huevos, la leche evaporada y un poco de queso en un mismo bol. Lo batiremos todo junto y luego se lo echaremos a la mezcla de la bandeja, para que nos quede un pastel de patata y cebolla bien cremoso y jugoso. Para darle un toque final de chef antes de meter todo al horno puedes añadir también un poco queso por encima para que la capa inicial sea de queso gratinado y no de patatata. Una vez tengamos el molde con todos los ingredientes mezclados procederemos a introducirlo en el horno, a media temperatura, y lo dejaremos ahí hasta que se cuaje bien el huevo. También se puede poner el gratinador en el horno al final, para que la capa de queso de arriba del todo salga doradita y tenga una pinta irresistible. Al final nos quedará una mezcla blandita, homogénea y súper cremosa. ¡Un pastel de patatas y cebolla riquísimo!
Consejos para cocinar Pastel de patatas y cebolla
El pastel de patatas y cebolla es una opción estupenda para hacer algo rico, fácil y rápido para toda la familia y que encaja perfectamente en cualquier comida de mediodía. Nuestra recomendación para que este pastel quede perfecto es que cortes las patatas (una vez hervidas) en rodajas medianas, ya que sí quedan muy finas pueden romperse con demasiada facilidad una vez añadamos la cebolla. En el momento de cocinar la cebolla cortada en juliana te recomendamos que no utilices excesivo aceite, si cocinas a fuego lento podrás obtener una textura más jugosa, y si ves que necesitaras más aceite te recomendamos que añadas tan solo un poco de agua a la sartén para pochar la cebolla (una vez no haya aceite en esta, claro) ya que así te podrás ahorrar el paso de escurrir el aceite sobrante. ¡Que aproveche!