¡Seguro que triunfas!
Cómo hacer una tarta de calabaza
La receta de tarta de calabaza que te presentamos en esta ocasión es muy sencilla y te permite obtener un resultado delicioso. Para prepararla solo necesitas calabaza, cebolla, una pastilla de Avecrem Vegetal, huevos, nata para cocinar, pimienta y un poco de mantequilla.
Después de cocinar la calabaza y sofreír la cebolla, solo tienes que triturar estos dos ingredientes junto con los huevos batidos y la nata. A continuación, debes hornear la tarta en un molde durante unos 35-40 minutos y ya tendrás a punto tu deliciosa tarta de calabaza fácil.
A la hora de servirla, esta receta de tarta de calabaza queda bien tanto si la presentas caliente, poco después de sacarla del horno, como si la ofreces fría.
Tarta de calabaza y queso
Como muchas de las propuestas que te ofrecemos, esta receta de tarta de calabaza admite diversas variantes en función de tus gustos o preferencias. Así, por ejemplo, puedes utilizar la receta que te proponemos como base para preparar una exquisita tarta de calabaza y queso. Para elaborarla, bastará con que añadas a la mezcla de ingredientes 100 gramos de queso crema y 50 gramos de queso rallado. ¡El resultado es delicioso!
Curiosidades de la calabaza
La sandía, el melón, el pepino o el calabacín forman parte de la misma familia que la calabaza. De hecho, si las miras bien encontrarás similitudes: corteza firme, pepitas en su interior y tamaño bastante grande. Se piensa que es originaria de Asia y que no fue hasta el siglo XV cuando los españoles la introdujeron en Europa.
Otra curiosidad es que hay dos tipos, las de verano, con una piel más clara y semillas más blandas; y las de invierno, de sabor más dulce y con una piel más gruesa. Elegir un buen ejemplar para elaborar esta receta de tarta de calabaza u otras muchas tiene su truco. Si estamos en verano lo mejor es decantarse por aquellas piezas de tamaño mediano, ya que las grandes acostumbran a amargar. Es importante que la calabaza se note firme al tacto, presente una piel brillante y suave.
En invierno lo mejor es optar por ejemplares que se sientan pesados, maduros y con la corteza gruesa. De hecho, un indicador que la hortaliza no está madura en invierno es que presenta la piel suave. Por último, asegúrate en ambos casos que conserven su rabo, también llamado pedúnculo, ya que esto evita que la calabaza pierda la humedad.
Entre sus beneficios la calabaza es una buena fuente de provitamina A, vitamina C, vitamina E, y del grupo B como la B1, B2, B3 y B6, esenciales para mantener en buen estado la piel, los huesos, el cabello, las mucosas, el sistema inmunológico, la formación de glóbulos rojos y la absorción de hierro, entre otros muchos beneficios.