Potaje de garbanzos con bacalao
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Los potajes de legumbres son la preparación ideal para calentar el cuerpo en los días más fríos del invierno. En esta ocasión te contamos cómo hacer potaje de garbanzos y bacalao, un plato muy típico de la gastronomía andaluza que se suele servir en la época de Cuaresma.
Cómo hacer potaje de garbanzos y bacalao
Para preparar esta receta de garbanzos con bacalao lo primero que debes hacer es poner a remojo los garbanzos la noche anterior. El día que vayas a preparar el guiso, lava las hortalizas y rállalas por separado. En una cazuela, sofríe la cebolla a fuego suave, añade el tomate y cocínalo hasta que se evapore el líquido y obtengas una salsa ligada. A continuación, adereza el sofrito con el pimentón y la pastilla Avecrem Dúo de Legumbres Estofadas, que le dará a tu potaje un toque extra de sabor. Añade agua, los garbanzos y una hoja de laurel; cocínalo todo durante dos horas hasta que las legumbres estén tiernas.
Para terminar, pasado el tiempo de cocción, solo te quedará incorporar las espinacas y el bacalao desmenuzado. Deja que todo el conjunto se cueza durante 10 minutos más y ya tendrás a punto para servir tu deliciosa receta de garbanzos con bacalao.
Ahorra tiempo
Si vas con prisas y quieres ahorrarte tiempo, en lugar de una cazuela prueba a preparar esta receta de garbanzos con bacalao en una olla rápida. En media hora tendrás listos los garbanzos y, después, solo te quedará añadir a la preparación el tiempo de cocción del bacalao y las espinacas.
Prueba a preparar esta exquisita receta y disfruta de todo el sabor de un guiso digno de los paladares más exigentes.
Un potaje con muchas variantes
El potaje de garbanzos con bacalao es uno de esos platos que llegan a la mesa de la mano de la tradición. En este caso se ha convertido en un clásico de la gastronomía durante esos viernes previos a la Pascua, como una alternativa para ingerir una comida nutritiva y energética para afrontar las jornadas laborales pero que respeta la “prohibición” de comer carne.
No hay una manera única de cómo hacer potaje de garbanzos y bacalao. La receta tradicional para la cuaresma incluye espinacas. Pero en algunos sitios se acostumbra utilizar acelgas en su lugar. También existe la versión vegana, en la que incorporan patatas para excluir al bacalao. En el otro extremo están los que, ya no durante la época de vigilia, preparan este plato de cuchara con carne y chorizo como sustitutos del pescado. Pero siempre resulta un menú sabroso y muy fácil de hacer.
Para los que pretenden un plato más contundente hay una receta de garbanzos con bacalao que añade huevo duro, cortado en pequeños trozos, y unas especie de albóndigas pequeñas hechas con pan miga de pan, ajo frito, azafrán y huevo para que ligue bien la mezcla. Estas pelotitas o albóndigas se cocinan en el propio potaje agregándolas en los últimos cinco minutos de cocción. A la hora de servir se ponen en cada plato los garbanzos con espinacas, un poco de bacalao y una albóndiga. Demás está decir que este potaje se adapta muy bien como plato único.
Ingredientes para Potaje de garbanzos con bacalao
Cómo hacer Potaje de garbanzos con bacalao
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Pon en remojo los garbanzos la noche anterior. Pasado este tiempo, lávalos y enjuágalos bien.
Lava las hortalizas y rállalas separadamente. -
En una cazuela engrasada con 50 ml de aceite de oliva virgen extra, sofríe la cebolla a fuego suave durante 5 minutos, agrega el tomate, y cocina hasta que se haya evaporado el líquido y quede una salsa ligada.
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Adereza con el pimentón y la pastilla Avecrem Dúo Legumbres Estofadas, remueve y agrega 700 ml de agua. Agrega los garbanzos y la hoja de laurel y cocina durante 2 horas aproximadamente hasta que los garbanzos estén tiernos.
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Lava bien las espinacas y desmenuza el bacalao. Agrega ambos a los garbanzos, remueve, cocina 10 minutos más, retira y sirve.
Consejos para cocinar Potaje de garbanzos con bacalao
Si prefieres incluir acelgas en lugar de espinacas en el potaje, ten en cuenta que su tallo es más duro y necesita más cocción. Así que, en este caso, es conveniente que no añadas las acelgas al sofrito. Es preferible que las incorpores directamente en la olla con los garbanzos, cuando estas legumbres ya lleven un buen tiempo de cocción. Las acelgas te quedarán tiernas y se integrarán perfectamente al plato.