En estos días de frío, lo que apetece es una buena sopa de picadillo reconfortante. Con su caldo, sus fideos… Y un sinfín de tropezones buenísimos como el jamón, los huevos o los picatostes van a hacer que no quieras hacer ninguna otra receta de sopa.
La sopa de picadillo es típica de Andalucía, concretamente de Sevilla y Almería. Y, es una de estas recetas familiares que ha ido pasando de generación en generación y que sigue manteniendo su esencia.
La sopa de picadillo recibe este nombre por los ingredientes bien picados que se le agregan. Y es una de las mejores recetas para el invierno. De bien seguro que no te defrauda.
¿Te animas a preparar esta fácil y deliciosa sopa de picadillo?
Ingredientes para Sopa de picadillo
Cómo hacer Sopa de picadillo
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Para preparar esta deliciosa sopa de picadillo, una opción que puedes emplear si tienes poco tiempo es utilizar picatostes ya hechos. Pero los picatostes son tan fáciles y rápidos que te recomendamos hacerlos tú en casa porque vas a poder darles el sabor que tú quieras. ¡Fíjate!
Empieza cortando el pan en trocitos cuadrados pequeños. Puedes aprovechar algún pan que tengas de hace días y que te haya quedado seco.
Una vez tengas los cuadraditos cortados, pon el pan en un recipiente para horno. Primero, pon un poco de aceite de oliva virgen extra por encima, ya que nos ayudará a que se peguen mejor las especias, además de darle más sabor y que quede bien tostado.
Ahora, añade las hierbas y especias por encima para que queden bien pegadas. Puedes mezclar tus hierbas y especias preferidas. En esta receta, se ha utilizado: ají molido, ajo en escamas y orégano.
Una vez tengas uno de los lados bien impregnado con las especias, da la vuelta a los trozos de pan y vuelve a repetir el mismo proceso.
Y, cuando lo tengas listo, llévalo al horno para que se doren durante 10-15 minutos a 170º. No te olvides de ir removiéndolos para que se horneen por ambos lados.
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Mientras tanto, aprovecha para ir preparando el resto de los ingredientes.
Por un lado, pica la menta y, de momento, resérvala.
Por otro lado, prepara unos huevos duros que van a ser uno de los deliciosos ingredientes bien picados que conforman la sopa de picadillo. A la hora de hacer los huevos, fíjate en este Súper Truco Gallina Blanca para que te queden perfectos.
Pon los huevos en una olla con agua fría. Ahora sí, caliéntalos y cuando el agua empiece a hervir, cuenta 12 minutos para saber el momento de la cocción perfecta.
Una vez hervidos, se tiene que cortar su cocción y una buena opción puede ser debajo del grifo o con un bol con agua y cubitos de hielo.
Cuando los huevos ya no estén calientes, pélalos con la ayuda del agua para sacar mejor la cáscara.
Ya solo te queda cortarlos y tendrás unos deliciosos huevos picados.
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En otra olla, pon a calentar el Caldo hasta que hierva. Acto seguido, introduce los fideos finos y espera hasta que se cuecen. Depende del tipo de fideos que hayas escogido tardarán más o menos en hacerse.
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Cuando los fideos estén hechos, ya tendrás una riquísima sopa de picadillo. Una receta fácil de hacer, ¿verdad?
Pero todavía queda un último paso: ¡emplatar! Sirve la sopa con un poco de pimienta, los huevos rallados, el jamón en escamas y los riquísimos picatostes que hemos preparado. ¡Ah!, y no te olvides de darle un último toque con menta picada, ¡le va a dar un sabor increíble!
Consejos para cocinar Sopa de picadillo
La deliciosa sopa de picadillo destaca por sus ingredientes bien picados. Es por eso, que es muy importante su correcta preparación. En concreto, los huevos duros a menudo pueden suponer una pesadilla para encontrar el punto de cocción perfecta. Pero si tienes en cuenta este Súper Truco Gallina Blanca te van a quedar unos huevos duros perfectos.
En una olla, pon agua fría e introduce los huevos. A continuación, pon la olla a calentar y cuando empiece a hervir, cuenta 12 minutos. Transcurrido este tiempo, vas a tener unos huevos duros perfectos. Después, es importante cortar su cocción para que no se sigan haciendo. Para esto, puedes poner los huevos debajo del grifo o en un bol con agua y cubitos de hielo.
Y, cuando llega el momento de pelar los huevos duros, a menudo también puede suponer otra pesadilla. ¡Pero fíjate en este truco! Cuando ya no estén calientes, pélalos con la ayuda del agua del mismo grifo o del bol. ¡Verás cómo se saca mejor la cáscara!