El risotto es una de las formas más típicas en las que se puede cocinar un arroz. Un plato típicamente italiano, con todo el sabor de uno de sus quesos más representativos, el parmesano.
Este queso muy curado y seco representa a la perfección el quinto sabor básico, el umami o sabroso. Esa palabra define a la perfección nuestro plato de risotto, ya que los italianos conocen a la perfección el umami al juntar el queso parmesano con los champiñones, dando como resultado un plato de risotto de champiñones y queso que hará las delicias de tus papilas gustativas.
Además, nosotros buscamos potenciar esta tipología de sabor cociendo el arroz en nuestro Caldo de pollo Casero Gallina Blanca. Conseguimos por tanto un risotto muy rico en sensaciones, que encantará a tu paladar.
¿Quieres saber cómo hacer un risotto de champiñones? Pues prepara una paellera y ponte manos a la obra.
¿Sorprendido? Hacer un risotto no es tan complicado, solamente debes prestar atención a los tiempos y no meterle prisa al proceso de cocción de cada uno de los ingredientes. Un buen plato necesita de un proceso algo más largo, pero eso no implica que vaya a ser complicado. Si quieres más recetas con todo el sabor de Italia, te recomendamos nuestros espaguetis con carbonara vegetal https://www.gallinablanca.es/receta/espaguetis-con-carbonara-vegetal/
Ingredientes para Risotto de champiñones
Cómo hacer Risotto de champiñones
-
En una cazuela bien caliente cocina la mantequilla con unas gotitas de aceite para evitar que se queme. Una vez fundida, agrega la cebolla bien picada, y prepárala evitando que coja color. Añade los champiñones y deja que se vayan cocinando, poco a poco.
Ha llegado el momento del arroz. Súmalo a las verduras y dóralo ligeramente a fuego fuerte. Moja con el vino blanco la mezcla y deja que se reduzca, pero no hasta evaporarse por completo.
El mejor secreto para un buen risotto es el tiempo, y es lo que marca la diferencia a la hora de añadir el siguiente ingrediente: el Caldo de Pollo Gallina Blanca. No lo añadas de golpe, hazlo poco a poco, en dos o tres tiempos. En este momento tienes que ponerle todo tu cariño y remover poco a poco para que el arroz vaya soltando el almidón y no quede apelmazado.
-
Para darle esa textura mantecosa, que se desmorona en la boca, comienza a añadir la nata. Deja que se espese hasta que espese.
-
Tranquilo que aunque casi hayamos terminado, ¡queda el toque final! Con este paso conseguirás ese punto umami gracias al parmesano rallado, que contrastará con la frescura del cebollino picado. Remueve bien, espera a que se funda el queso con el resto de los ingredientes, y eccolo qui!
Consejos para cocinar Risotto de champiñones
Te damos un truco que te ayudará a conseguir que la cocción de tu risotto sea homogénea. Agrega el Caldo Casero de Pollo Gallina Blanca bien caliente, en lugar de recién sacado de la nevera. Con esto conseguiras no bajar la temperatura del arroz y mantendrás una cocción constante.