Risotto de pollo

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  • 20-40 min
  • Media
  • 4 personas

El risotto es una de las maneras más deliciosas en las que puedes comer arroz. Su textura mantecosa lo hace supersabroso, aunque el truco para que un buen risotto quede irresistible es el parmesano. Si quieres saber cómo hacer este riquísimo risotto de pollo, estate atento.

El arroz es uno de los ingredientes más típicos de las zona noroeste de Italia, sobre todo del Piamonte y los campos veroneses. Aquí se produce una gran cantidad de arroz, sobre todo de arroz carnaroli, el arroz perfecto para hacer risotto

Este arroz, típico de las regiones de Vercerlli y Novara, se obtuvo a partir del año 1945, y está caracterizado por ser de grano redondo y blanco, y está conseridado como el rey de los arroces por ser muy fino y de máxima calidad. Pero, ¿qué garantiza que un risotto nos quede bien con este arroz? Su alto contenido en almidón, que permite que el arroz soporte mejor las cocciones lentas y absorba más líquidos y, por tanto, más sabor. Además, esta alta concentración de almidón permite que el caldo en el que se cocina el arroz espese y esté más cremoso.

Combina estas características del arroz carnaroli con la carne suave del pollo y tendrás un risotto de pollo riquísimo, perfecto para compartir con tu tu familia. ¡Te aseguramos que les encantará a todos!

Tener un delicioso plato de risotto de pollo es más fácil de lo que parece y el resultado es más delicioso -aún-, de lo que da la sensación en el plato. El parmesano, unido a la carne del pollo le da una sabrosidad perfecta a esta receta de risotto de pollo.

Ingredientes para Risotto de pollo

Cómo hacer Risotto de pollo

  • risotto de pollo paso 1

    Para comenzar con este delicioso risotto de pollo marca las pechugas en la cazuela en la que prepararás tu risotto. Una vez las pechugas de pollo se hayan puesto ligeramente doradas, es el momento para sacarlas de la cazuela y reservarlas para futuros pasos.

    Continúa picando la cebolla en juliana y lamina, también, un ajo. Cuando los tengas bien picados añádelos a la cazuela en la que has sellado las pechugas. Deja que se vaya cocinando la cebolla y dorándose el ajo a fuego medio. Mientras estos se hacen, corta las pechugas de pollo en tiras. Vigila la cebolla, que no adquiera color. Póchala, poco a poco, a fuego medio y removiendo con una cuchara de palo o una lengua de silicona. Este movimiento ligero permitirá que la cebolla se vaya pochando sin quemarse.

  • risotto de pollo paso 2

    Una vez la cebolla haya perdido algo de color, agrega el pollo que has cortado en tiras y cocínalo durante un par de minutos. Cuando haya pasado ese tiempo, añade el arroz y risólalo hasta que vaya adquiriendo un tono tostado.

    Ese es el momento en el que debes espolvorear el azafrán sobre el arroz para que este adquiera el color dorado típico del arroz alla milanese. Remueve bien para que el colorante se esparza adecuadamente por todo tu plato y, una vez tu risotto de pollo esté deliciosamente amarillito, moja todo con vino blanco.

  • risotto de pollo paso 3

    Deja que el vino reduzca y, cuando quede un cuarto del líquido, vierte el Caldo Casero de Pollo Gallina Blanca en tres tiempos. No pares de remover mientras añades el caldo. Vierte una taza, y remueve. Vierte una segunda y sigue moviendo el pollo como si no hubiera mañana, hasta que añadas la tercera taza. Acaba con unas vueltas más para que el arroz suelte todo su almidón y espese el risotto de pollo.

    Pero, para que no sólo espese, sino para que tenga una textura mantecosa y superrica, añada la mantequilla. El calor hará que se derrita. Cuando esto pase, añade el parmesano. ¡Y listo!

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