La clave de un buen risotto es remover
El truco para que un risotto te quede perfecto consiste en remover muy a menudo el arroz una vez que mojas con el caldo. Y es que la gracia del risotto es que quede cremoso, y al frotarse los granos de arroz entre sí van soltando su almidón, que a su vez irá ligando el líquido de cocción.