Los rebozados y fritos no son de las comidas más saludables, pero lo cierto es que están tan ricos que de vez en cuando no está de más darnos el gusto y prepararlos. Para que no te sean tan pesados y cocinarlos en una versión más sana te proponemos esta receta de requesón frito con apio.
El requesón es un derivado lácteo con menos grasa que los quesos, buena fuente de proteínas, vitaminas y muy fácil de digerir. Además, acostumbra a gustar a todos por igual ya que su sabor es suave y delicado, y empanado está delicioso. Para acabar de redondear el plato se acompaña con apio hervido y un buen chorrito de aceite de oliva. Un entrante perfecto para cualquier comida del día.
Si te ha gustado esta receta con requesón, ¿por qué no lo incorporas a otros platos de tu día a día? Por ejemplo, le dará un toque muy especial a unos fusilis integrales con habas frescas, un plato súper sencillo.
Ingredientes para Requesón frito con apio
Cómo hacer Requesón frito con apio
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Pela el apio, conservando las hojas, retira la punta y córtalo en trozos. Pon una olla con agua y la pastilla de Avecrem Dúo Legumbres Estofadas y cocínalo durante 10 minutos. Escúrrelo y alíñalo con un poco de aceite de oliva.
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Corta el requesón (o la ricotta, si lo prefieres), en rodajas.
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Bate los huevos en un bol y empana las rodajas de requesón: pasa primero por el huevo y después por el pan rallado. Seguidamente, fríe el requesón hasta que quede dorado y escúrrelo sobre papel de cocina. Salpimienta y sírvelo acompañado del apio.