Albóndigas con salsa de cebolla

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Igual que pasa con otros platos del recetario, como los guisos o estofados, las albóndigas es uno de los platos de nuestra infancia, recetas que han pasado de abuelas a madres y de madres a hijos. Una preparación jugosa y sabrosa que se puede hacer con salsa de tomate, a la jardinera o como en la receta de hoy: albóndigas con salsa de cebolla.

Cuando leas los pasos de este plato te vas a a sorprender. Y es que es increíblemente fácil de hacer, lo más laborioso es darle formar a las albóndigas, el resto es un juego de niños. Basta con freírlas, cocer la cebolla con el vino hasta que esté dorada y añadir las albóndigas para que se impregnen de todo el sabor de la salsa. ¡Anímate a prepararlas!

Esta receta es todo tradición y sabor pero también podemos reinventar el plato de una forma original y creativa. Por ejemplo, con otro relleno, de cereales y acompañada de brotes de ensalada: albóndigas de mijo con rúcula.

Ingredientes para Albóndigas con salsa de cebolla

Cómo hacer Albóndigas con salsa de cebolla

  • Mezcla la carne picada junto con el pan remojado en leche, el huevo entero, añade los piñones y las pastillas de Avecrem desmenuzadas. Trabaja hasta obtener un compuesto homogéneo y forma albóndigas d

    Mezcla la carne picada junto con el pan remojado en leche, el huevo entero, añade los piñones y las pastillas de Avecrem desmenuzadas. Trabaja hasta obtener un compuesto homogéneo y forma albóndigas de tamaño regular. Pásalas por pan rallado y fríe en aceite caliente. Retíralas y déjalas escurrir sobre papel absorbente.

  • Saltea en una sartén con aceite la cebolla cortada en aros y añade el vino blanco, deja cocer hasta que esté dorada.

  • Añade las albóndigas, riega si fuera necesario con un poco de caldo, y deja que tomen sabor durante unos minutos.

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Consejos para cocinar Albóndigas con salsa de cebolla

El Truco: evita que se rompan las albóndigas

Si quieres que tus albóndigas queden bien redondas una manera bien fácil es ponerte harina en las manos para formarlas. De esta manera, evitarás que se te peguen en las manos y podrás bolearlas bien. Además, si agregas un poco de miga de pan en la mezcla lograrás que no se desmenucen tanto al freírlas y te quedarán perfectas. 

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