Celebra el Día del Libro… ¡gastronómico!

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Comer y leer forman parte de esos pequeños placeres de la vida. Y, por suerte, la literatura los ha unido en infinitas ocasiones. Son conocidos los autores que han plasmado en sus páginas recetas, que de bien seguro los lectores guardan en la memoria, y con las que han querido hacer un homenaje a la gastronomía. 

Sin ir más lejos, el poeta chileno Pablo Neruda dedico varias odas a la comida como “Oda a las papas fritas” o “Oda al caldillo de congrio”. Y es que la comida es algo tan cotidiano, que lo que sería extraño es no encontrar personajes literarios que no pasaran ni un momento entre fogones. 

Aunque sí que es verdad que hay novelas donde los alimentos y las recetas juegan un papel trascendental en la historia. Y para unir estos dos munods hemos recopilado cinco libros, que sin ser de cocina, en ellos, la gastronomía es una protagonista más.

Tomates verdes fritos

Un libro que ya tenga nombre de receta promete. Esta historia de la escritora Fannie Flag fue popularizada por la película homónima interpretada por Kathy Bates y Mary Stuart Masterson. Uniendo pasado y presente narra la emotiva relación de amistad entre dos mujeres y el misterioso asesinato del marido de una de ellas. 

Si hay un plato que se repite en la novela son como no los tomates verdes fritos, una receta típica del sur de Estados Unidos que se hace con tomates de ensalada, pan rallado, harina y leche. Ahora bien, más allá de la receta, esta hortaliza básica en nuestra cocina también puedes prepararla de una forma algo más ligera en las Brochetas de vieiras y tomate o Tomates rellenos de cuscús y olivas.

Como agua para chocolate

Quizá hayan pocas novelas que giren entorno de la comida como la de méxicana Laura Esquivel. De hecho, cada capítulo del libro se centra en una receta que tendrá consecuencias inesperadas en la trama. 

No desvelaremos nada, pero en “Como agua para chocolate” cada plato influye en los personajes y su comportamiento. Una novela visceral donde las emociones viajan de alimento en alimento. Las codornices en pétalos de rosa es una de las recetas estrella, y aunque no las prepares con esta flor también quedan sensacionales hechas al jerez

Sauce ciego, mujer dormida

“1971 fue el año de los espaguetis. En 1971 yo hacía espaguetis para vivir y vivía para hacer espaguetis…”. Al menos así sucede en el cuento del escritor japonés Haruki Murakami. El personaje ahoga su soledad preparando platos y platos de espaguetis, como una forma de sentirse útil y para aislarse del mundo. Hasta que una llamada cambiará el tedio en el que vive. 

Eso sí, contradiciendo al cuento, este producto italiano es mejor compartirlo en compañía y prepararlo de cualquier forma imaginable y acompañado de una salsa sustanciosa. Por ejemplo, unos espaguetis con albóndigas y salsa de tomate.

Cincuenta sombras de Grey

El placer y la comida siempre han ido de la mano, de hecho hay muchos alimentos afrodisíacos como el marisco, el cacao o el aguacate. Así que no es de extrañar que en la novela erótica más comentada de los últimos años la comida sea algo recurrente. Anastasia y Christian, la pareja protagonista, recuperan fuerzas con unos huevos revueltos con bacón o se dan un homenaje con un señor Solomillo Wellington. Este plato contundente y jugoso se basa en envolver un solomillo en masa de hojaldre y se mezcla con otros ingredientes como la panceta y los champiñones.

Juego de Tronos

De la famosa saga de George R.R. Martin poco se puede decir que no se haya dicho ya. Poder, violencia, sexo, intriga y un mundo fantástico que es más que un digno sucesor de J. R. R. Tolkien. Pero más allá de estas características son continuos los pasajes donde encontramos a los numerosos personajes alrededor de la comida.

Tanto es así que ya existe un libro de cocina propio de la serie e incluso se han creado restaurantes efímeros con un festín de Hielo y Fuego. Aunque de todas las recetas nos quedamos con la más dulce, los pasteles de limón que hacen perder la cabeza a Sansa Stark y que acaban siendo uno de sus pocos consuelos en Desembarco del Rey. Esta tarta es una auténtica tentación y es perfecta para merendar con una buena lectura.

Todos estos platos son un buen comienzo para un recetario literario. De hecho, en cualquier página de un buen libro se puede esconder una joya gastronómica. Y este puede ser el mejor motivo para embarcarte en el siempre apasionante mundo de la literatura.

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