Esta receta de zanahorias guisadas es ideal para un primer plato ligero o como acompañamiento de un segundo, como una hamburguesa o un pollo a la plancha. Se hace en un pispás, ¡no te distraigas y toma nota!
Ingredientes para zanahorias guisadas
Cómo hacer zanahorias guisadas
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Empezamos lavando bien las zanahorias para quitarles cualquier poquito de tierra o de suciedad que puedan llevar el las piel. Luego cortamos ambos cabos y las pelamos. Te recomendamos usar un pelador para así no perder tanta cantidad de zanahoria al pelarla. Si no tienes un pelador de verduras, puedes raspar la piel con un cuchillo, arrastrándolo de arriba a abajo con cuidado de no hacerte daño.
Cuando tengas las zanahorias ya peladas, córtalas a rodajas gruesas.
Pica la cebolla fina. Para ello, corta ambos cabos, luego córtala por la mitad y retira la capa exterior. Pon las mitades de cebolla planas encima de la tabla y córtalas primero de arriba a abajo, y sin dejar de sujetar la cebolla por los lados, gírala para cortarla hacia el otro lado.
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En una cazuela, calienta un poco de aceite y añade la cebolla. Póchala un par de minutos hasta que empiece a tomar un color transparente, pero sin que llegue a dorarse. Mezcla cada poco para evitar que se queme y se pegue al fondo de la cazuela. Añade las rodajitas de zanahoria, baja el calor a fuego medio suave y deja cocer todo juntos unos 5 minutos, mezclando para que no se queme y dejando que la zanahoria absorba bien el sabor.
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Añade el caldo y cuece 20 minutos más. Mezclando para evitar que las zanahorias se peguen al fondo de la cazuela.
Mientras, derrite la mantequilla al fuego y añade la harina. Mezcla con fuerza para disolver todos los grumos. Añade sal y pimienta al guiso.
Añade la mezcla de mantequilla y harina a las zanahorias guisadas y mezcla bien para integrarlo todo.