Cuántas veces nos hemos quedado sin ideas buscando el canapé perfecto. Cuántas veces hemos buceado en libros de cocina buscando una tapa diferente. Y cuántas veces hemos querido escapar del cóctel de gambas. Sabemos lo complicado que es sorprender con un plato tan pequeño como una tapa, pero con este solomillo con queso aromatizado al Pedro Ximénez sabemos que conquistarás más de un paladar. Y seguro que te llevas más de un piropo.
Además, la preparación es muy sencilla, y da como resultado un bocado suculento, con un toque agridulce por el vino Pedro Ximénez y la sabrosidad de la carne. Un bocadito con sabor a pasas, melaza y frutos secos, perfecto para abrir un aperitivo con tus amigos y familia.
Si quieres saber cómo sorprenderles, estos son los ingredientes:
Y con esto tendrás lista una tapa perfecta con la que abrir cualquier cena, y que hará las delicias de los comensales de cualquier velada.
Ingredientes para Tapa de solomillo con queso
Cómo hacer Tapa de solomillo con queso
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Comienza salpimentando los dos solomillos y, en una sartén con aceite de oliva bien caliente sella ambos hasta que tengan una corteza tostada y un punto rosado en el centro. Este punto rosado es indicativo de que los solomillos están crujientes por fuera, pero mantienen la jugosidad en su interior. Mientras se cocina la carne, pocha cebolla cortada en juliana. Cuando esté muy bien pochada añade 40 gr de azúcar para caramelizarla y, también, el vinagre de manzana. Reduce la mezcla para que el vinagre pierda su característico sabor agrio.
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No pierdas de vista el solomillo, ya que es importante que quede jugoso y no se cocine en exceso. Cuando el solomillo esté listo, retíralo de la sartén y añade el vino dulce en caliente. Con esto conseguirás que el vino y los jugos de cocción de la carne se combinen. A esta mixtura agregamos la pastilla de Avecrem Caldo de Pollo y dejamos reducir. Para crear una salsa brillante y espesa, agregamos mantequilla y ligamos la mezcla. Como resultado quedará un jugo espeso y brillante, semejante a un glaseado de color burdeos profundo y oscuro.
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Y como último paso, monta los pinchos con las rebanadas de pan, sobre las que irá una rebanada de solomillo, un corte de queso brie y cebolla caramelizada. Para darle un acabado delicioso, hornea los pinchos para fundir el brie y tostar el pan. Termina agregando una buena cucharada de la reducción de vino dulce sobre cada uno de los bocados.