Los calamares son uno de los alimentos más populares en las diferentes culturas gastronómicas del mundo, en parte, por su versatilidad. Puede protagonizar muchos platos, pueden rellenarse, guisarse o hacerse a la plancha. En esta receta de calamares a la andaluza te vamos a enseñar una de las preparaciones más típicas de la cocina mediterránea, presente en chiringuitos, bares y toda fiesta playera que se precie.
En la gastronomía española los calamares fritos se suelen ver en dos variantes, las puntillas o chopitos, que son calamares rebozados y fritos enteros, y los calamares a la andaluza o romana -como también se conoce a esta receta-, en la que las anillas de calamar se cubren de un rebozado bastante más espeso. Además, estas riquísimas anillas de marisco son las protagonistas del bocadillo más castizo de Madrid: el bocadillo de calamares.
Los calamares fritos a la andaluza suelen ir acompañados, además, de diferentes sazones. La más básica es aquella en la que el limón ocupa un lugar privilegiado al lado de los calamares a la andaluza. Sin embargo también pueden acompañarse de salsas como la mahonesa, el alioli o la salsa rosa, que da un punto picante a la tierna carne de este molusco.
Si quieres una receta de pescado rica y deliciosa, con la que poder abrir el apetito de tus invitados, o buscas un aperitivo clásico y que siempre queda bien acompañado de un vermut o una cerveza bien fresquita, esta es tu receta. ¡No dejes de hacer esta rica receta de calamares a la andaluza!
Ya tienes unos riquísimos calamares a la andaluza que pueden servir como aperitivo acompañado de una bebida fría y refrescante. ¡Siéntete como en las playas mediterráneas con esta deliciosa tapa! por que ya has visto cómo hacer esta receta de calamares a la andaluza.
Ingredientes para Calamares a la romana
Cómo hacer Calamares a la romana
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Ponte manos a la obra para hacer esta riquísima receta de calamares a la andaluza. Lo primero que te recomendamos es que sazones los calamares desmenuzando una pastilla de Avecrem Pescado sobre los anillos de calamar.
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Una vez los tengas bien saborizados enharínalos. Para que te quede un rebozado ligero y crujiente, te recomendamos que no añadas huevo, pero si lo prefieres algo más denso puedes optar por mojar los calamares en huevo y pasarlos por harina. Lo dejamos a tu elección.
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Una vez los tengas bien cubiertos de harina, échalos en la olla o sartén con el aceite y fríelos. Cuando tengan un delicioso color dorado, sácalos y pásalos por un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y ya los tienes, ¡listos para hincarles el diente!