La corona de la Almudena, un dulce para la patrona de los pasteleros

La Virgen de la Almudena, venerada en al catedral de Madrid y cuya celebración es el 9 de noviembre, toma su nombre del recinto donde fue encontrada, en un hecho milagroso, tras permanecer más de 300 años oculta.
Cuenta la tradición, que ante el riesgo de caer en manos de los moros, los pobladores de la villa que hoy es Madrid, ocultaron la imagen de la madre y el niño en un muro contiguo al templo. CorrÃa el siglo VIII. La imagen no fue encontrada hasta que el reinado de Alfonso VI de Castilla cuando, según la tradición, en el transcurso de una procesión, se desprendió una piedra de la muralla dejándola al descubierto.El nombre le viene de la palabra árabe que significa depósito de trigo, ya que fue en ese lugar donde se la encontró.
La historia de esta advocación mariana está emparentada no sólo a la capital española, pues es la patrona de Madrid, sino también a los pasteleros porque es la santa patrona de quienes forman este gremio español.
Uno de los elementos más llamativos de la imagen es la corona que se repite en la madre y el hijo. Los pasteleros decidieron honrar a su patrona con la creación de un dulce especial, las coronas de la Almudena, con el oro, el platino y las piedras preciosas de la pastelerÃa. Se trata de un dulce tÃpico de los primeros dÃas del mes de noviembre, que se comercializa desde 1978 en las pastelerÃas de Madrid.
Una masa dulce y sencilla que, por su forma, recuerda el roscón de reyes, sin alcohol en su elaboración. Suele ser muy bien aceptada por los niños, ya que sus rellenos son suaves y la decoración no es con frutas escarchadas sino con guindas, detalles de crema o simplemente almendras. Los pasteleros madrileños rinden asà homenaje a su patrona con un dulce sencillo y riquÃsimo que bien la recuerda.