Con estos pequeños elementos a tener en cuenta, la próxima vez que os vayáis de casa durante un período más o menos largo de tiempo, podréis evitar sorpresas con la comida de dejásteis en el frigorífico o en la encimera. Sólo tenéis que fijaros en algunos detalles y os podéis ahorrar algún que otro disgusto por culpa de la comida en mal estado. Son tres pequeños consejos que merece la pena tener en cuenta.
Cortes de electricidad
Es importante asegurarnos que no se han producido cortes prolongados de electricidad durante nuestra ausencia. ¿Cómo? Pues si os fijáis en la comida que tengáis en el congelador, no debe tener hielo adherido en el exterior, ya que indica que se ha descongelado y vuelto a congelar.
Botes abiertos
Si al regresar os dáis cuenta de que dejásteis comida abierta en la nevera, o el brick de leche o de zumo a medio consumir, mejor descartarlos, especialmente si ha pasado más de una semana.
Fecha de caducidad
Aquella comida que está debidamente cerrada y envasada sigue teniendo una fecha de caducidad que, a lo mejor, después de la ausencia, ya ha pasado. No olvidéis aseguraros de la fecha antes de consumir el alimento.