El pollo. Esa carne suave, a veces insípida, que te puede salvar de un apuro en el que no has cocinado nada, pero sin darte una alegría al estómago. A la plancha está rica, queda jugosa, pero a veces necesita un poco de sabor. Un sabor que, en esta receta de pollo al curry con leche de coco, se desborda a raudales.
El curry surgió en el sur de la India, concretamente en la etnia Tamil. Esta etnia creó una salsa espesa a base de las hojas del árbol del curry, que daba un gusto picante y penetrante a cualquiera de sus guisos. Los ingleses, durante la colonización de la India, se enamoraron -como nosotros-, y comenzaron a intentar comercializar este condimento a través de la Compañía de las Indias Orientales.
Lamentablemente, las hojas del árbol del curry pierden su sabor muy rápido, por lo que los ingleses se las tuvieron que ingeniar para hacer una mezcla de especias que, actualmente, se parece muy poco al curry original. Ahora podemos encontrarnos diferentes preparados de cúrcuma, otras especias como el anís, la pimienta cayena, la pimienta negra y otras especias de sabores intensos y fuertes para dar un sabor que se acerca a ese picor propio del curry de los tamil.
No será lo mismo, pero esta deliciosa receta de pollo al curry con leche de coco es sabrosísimo, con un toque exótico y especiado que sabemos que te seducirá desde el minuto uno.
¡Y ya está!, ya sabes cómo hacer un delicioso pollo al curry con leche de coco. Este plato quedará que ni pintado en cualquier comida familiar en la que lo que quieres es destacar y darle un toque exótico al menú o, porqué no, callar al cuñado de turno al que la comida asiática le parece “cosa de modernos”.
Ingredientes para Pollo al curry
Cómo hacer Pollo al curry
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Si quieres saber cómo hacer una deliciosa receta de pollo al curry con leche de coco, lo primero que tienes que saber es un truco que te funcionará con esta y con muchas más carnes: marinar. Apréndete esta palabra, porque te va a ayudar a hacer una receta de pollo al curry con leche de coco -y casi de cualquier carne- plagada de sabor.
Para marinar las pechugas de pollo pon una mezcla de comino, pimentón, pimienta negra, jengibre rallado, sal al gusto, nuez moscada, curry y aceite de oliva en una bandeja o fuente, y reboza en esta mezcla las pechugas, para darle sabor a la carne suave del pollo. Ten en cuenta el tiempo, ya que necesitarás que la carne repose en esta combinación de especias durante, al menos, toda la noche. Estas horas en la nevera permitirán que el sabor de las especias impregne la carne del pollo.
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Una vez fuera de la nevera, ponte manos a la obra, ¡que llega el momento de cocinar! En una cazuela, comienza sofriendo cebolla cortada en cubitos de más o menos un centímetro, para garantizar una correcta cocción de la misma. Cuando la cebolla haya perdido turgencia, y esté blandita comenzando a dorarse, agrega el tomate cortado a cuartos y cocínalo junto a la cebolla.
Cuando el tomate haya ido perdiendo su forma y esté ligeramente licuado debido a la acción del calor, agrega el pollo marinado y media ramita de canela. Cocina ambos ingredientes hasta que el pollo se ponga doradito y delicioso. Ese es el momento en el que tienes que añadir la leche de coco a la cazuela y dejar que el chup, chup de todo el aroma de este líquido al guiso. Si te parece una textura demasiado espesa, siempre puedes licuar la salsa con algo de agua
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Desmenuza sobre el curry con leche de coco una pastilla de Avecrem Caldo de Pollo para darle un poquito de sabor al guiso y deja que todo se cocine durante diez minutos más.
Una vez hayan pasado estos diez minutos, incorpora cilantro picado a la cazuela para darle el toque de frescor necesario a este típico guiso asiático.