Si quieres que te quede más ligero, puedes sustituirlo por otro tipo de queso en crema menos graso. Como contiene licor y café, el tiramisú no es precisamente ideal para los niños. Sin embargo, con unas pequeñas modificaciones, conseguirás que sea apto para todos los públicos. El truco está en prepararlo con un poco de café descafeinado y utilizar un licor sin alcohol, como por ejemplo un licor de avellana o de manzana. Prepáralo la próxima vez que tengas invitados. ¡Seguro que les encantará!

Mascarpone, una auténtica delicia
Uno de los protagonistas del tiramisú es el mascarpone, un queso fresco muy cremoso originario de Italia, más concretamente de la región de Lombardía. Se utiliza sobre todo para preparar postres, pero también va muy bien para sustituir a la nata a la hora de elaborar salsas para acompañar a platos de pasta o incluso de carne. Eso sí, conviene consumirlo con moderación, porque es muy rico en grasa y nos aporta un montón de energía.

Aunque hoy en día puedes encontrar mascarpone en casi todos los supermercados, también tienes la posibilidad de prepararlo en casa. La receta es muy sencilla. Sólo necesitas 1 litro de crema de leche y 60 cc de zumo de limón colado. Mezcla bien los ingredientes hasta que la crema tome consistencia. A continuación, coge un bol y coloca encima un colador cubierto con una gasa o paño que permita escurrir el suero de la crema. Vierte la crema de leche con limón sobre el colador, tápalo con papel film y déjalo reposar en la nevera 24 horas. Pasado este tiempo, recoge la crema que ha quedado en el lienzo, colócala en un bol limpio y bátela un poco para que quede homogénea. Con estos sencillos pasos obtendrás un delicioso mascarpone que te aguantará sin problemas en la nevera durante una semana.
Un buen café
Junto con el mascarpone, en el tiramisú el otro protagonista estrella es el café. Aunque hay quien prepara este sabroso postre con café soluble, no hay duda de queda muchísimo mejor con un buen café intenso preparado en la cafetera. Hoy en día tenemos a nuestra disposición una amplísima oferta de cafés, con sabores más o menos intensos en función de su procedencia. En general, distinguimos dos grandes variedades de café: el árabica y el robusta. El arábica, originario de Etiopía, representa el 70% de la producción mundial. Tiene un sabor más intenso y un gran aroma. El robusta, originario de los bosques ecuatoriales de África, tiene un sabor menos intenso pero contiene más cafeína. A partir de estas dos variedades encontramos un sinfín de tipos de café con características diferentes en función del país de origen, las condiciones de cultivo, su recolección y el tipo de procesamiento que se le aplique.

Una de las variedades más apreciadas por los sibaritas del café es el Blue Mountain de Jamaica. Es un café suave, con un sabor ligeramente ácido y un toque afrutado delicioso. Aunque tiene mucha demanda, su producción es bastante escasa, por lo que normalmente tiene un precio bastante alto. Si eres muy cafetero, anímate a probarlo. ¡No te decepcionará!
Aunque en general después de 4 horas de reposo el tiramisú ya está a punto para servir, queda muchísimo mejor si lo preparas de un día para otro.

Este tiramisú queda también delicioso si al mascarpone le añades un trocito de turrón de Jijona. ¡Verás cómo te queda espectacular!