Rellenar según qué alimentos requiere que preparemos el relleno a consciencia. En el caso de unos mejillones rellenos, si no nos queda suficientemente duro o bien no está muy frío, podría derretirse al freír los mejillones. En este caso, conviene espolvorear el pan rallado con un chorrito de aceite de oliva y cocer los mejillones en el horno a 200 ºC hasta que el pan quede ligeramente dorado.