Hay muchas formas de ligar un guiso para que nos quede estupendo. El más habitual es añadir una patata, para que suelte el almidón, o usar harina de maíz. Pero opcionalmente puedes ligar el preparado con un poco de mantequilla: ésta aportara brillo, textura y suavidad al plato.
Para hacerlo, retira la cazuela del fuego, añade la grasa y remueve con cuidado para que no se te rompan las lentejas.