La presentación de un plato es tan importante como su preparación. Para que los asados queden con un apetitoso color dorado, úntalos con miel antes de ponerlos en el horno. Así también conseguirás un toque de sabor delicioso y una salsa buenísima. ¡Y no olvides regar el asado con sus propios jugos durante la cocción para que no quede demasiado seco!