Diferencia entre bacalao fresco y salado.

Muchos pescados sufren una fuerte transformación cuando se someten a la salazón, ya que la sal interactúa con las grasas y transforma algunas de sus propiedades, además de darles un ligero sabor anchoado, que es muy apreciado en cocina. Sin embargo, el bacalao es bastante bajo en grasa así que, a diferencia de lo que ocurre con pescados azules más grasos, sus propiedades no se alteran de forma drástica: cuando lo desalamos y rehidratamos, casi recupera su textura inicial, si bien mantiene un sutil y rico aroma curado.

Por este motivo podemos optar de forma casi indistinta por una opción o la otra, en función de la disponibilidad o el precio que más nos convenga. La única salvedad relevante puede tener que ver con las necesidades de aquellas personas que sigan una dieta baja en sodio, ya que muchas veces el bacalao salado mantiene altos niveles de este mineral después de ser preparado.

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