La salsa bechamel: trucos y consejos

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La salsa bechamel: trucos y consejos

Pocas preparaciones hay en la cocina que den tanto juego como la bechamel. Ya sea para usarla como cobertura, en platos al horno, como base para una crema, como en el caso de las espinacas a la crema, o para hacer croquetas, la bechamel se ha ganado un sitio en nuestra gastronomía y en nuestros fogones. Sin embargo, a veces nos cuesta decidirnos a la hora de elaborar alguna de estas recetas pues nos parece que su elaboración puede resultar complicada y nada más lejos de la realidad. Si queremos asegurarnos un buen resultado en el tiempo record, podemos recurrir a Mi Salsa Bechamel de Gallina Blanca.

Canelones con Mi Salsa Bechamel de Gallina Blanca

Si, por el contrario, nos apetece conocer sus secretos y su “paso a paso”, aquí os dejamos nuestras recomendaciones:

1.- Los ingredientes base de la bechamel son mantequilla y/o aceite de oliva, harina y leche.

2.- La proporción de grasa y harina, respecto a la leche, será la que marque la consistencia de la bechamel y por tanto el uso que vayamos a darle. Por ejemplo, para hacer unas croquetas necesitaremos mayor cantidad de harina que para hacer una crema.

En principio, como guía podemos usar estas cantidades para un litro de leche:

  • Bechamel ligera: 50 gramos de mantequilla y 40 gramos de harina.
  • Bechamel de cobertura: 100 gramos de mantequilla y 80 gramos de harina.
  • Bechamel para croquetas: 200 gramos de mantequilla y 160 gramos de harina.

3.- Es importante sofreír bien la harina en la grasa escogida y darle su tiempo. De esta forma, evitaremos que nuestra preparación final sepa a harina cruda.

4.- Mientras estamos en este paso, tendremos la leche al calor del fuego de forma que cuando esté listo el “roux”, nuestra mezcla de harina y grasa, se la podamos añadir bien caliente. Esto es fundamental para evitar que se nos hagan grumos.

5.- Iremos añadiendo la leche, poco a poco, mientras removemos sin parar con un utensilio adecuado para ello. También éste es el momento de añadir una pizca de sal y las especias que queramos pues se desleirán en la leche más fácilmente. Una espátula de madera o unas varillas nos ayudarán a que ligue la salsa y espese la leche de forma uniforme.

Para mejorar el sabor de nuestra bechamel podemos aromatizarla con especias como la pimienta blanca, la nuez moscada y hay quien le pone incluso una pizca de canela molida. Además, en caso de que vayamos a elaborar croquetas, podemos infusionar la leche con un hueso de jamón,  o con la cabeza de las gambas, según de qué vayamos a hacerlas. En un próximo post hablaremos de las diferentes recetas en las que podemos darle uso a esta salsa tan polivalente. ¿En qué platos la usáis más? ¿De qué hacéis las croquetas en casa?

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