Conservas y semiconservas… ¿Conocemos sus diferencias?

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Conservas y semiconservas… ¿Conocemos sus diferencias?

Lata de conservas

Mermeladas, atún, anchoas, almíbar, confitura… todos reconocemos estos productos como los típicos que encontramos envasados. Pero, ¿sabemos realmente cuál es la diferencia entre conservas y semiconservas? Ambas comparten una característica común, la de mantener los alimentos perecederos en buen estado durante más tiempo, manteniendo, además, su calidad nutricional, pero entre ellas existen también notables diferencias.

Las conservas tienen en su interior productos que han sido esterilizados y que se guardan de forma hermética, lo que consigue acabar con los microorganismos que podrían poner malos los alimentos. Esto permite además que los alimentos se puedan guardar durante mucho tiempo, años incluso, sin que se produzca ningún tipo de perjuicio.

Las semiconservas siempre en el frigorífico

Por otra parte, las semiconservas, a pesar de lo que muchos piensan, no permanecen en perfecto estado durante tanto tiempo, y, además, no es posible guardarlas a temperatura ambiente, sino que es necesario preservarlas en lugares frescos, es decir, en la nevera.

Las semiconservas no son sometidas a ningún proceso de esterilización, tan solo son sometidas a un proceso que estabiliza el alimento durante un tiempo determinado. Una semiconserva muy común son las anchoas, por ejemplo.

Los productos en semiconserva están crudos, aunque generalmente conservados en productos naturales como el vinagre, la sal, el almíbar, etc.

Las conservas duran hasta 4 años en la despensa

Miel

Una conserva tiene un tiempo estimado de caducidad de entre 3 y 4 años desde el momento de su elaboración, mientras que las semiconservas suelen tener un tiempo de entre tres meses y un año antes de perder todas sus propiedades y resultar perjudicial para el consumo humano.

En cualquier caso, ambas, tanto la conserva como la semiconserva, una vez han sido abiertas es necesario guardarlas en la nevera y consumirlas en un período corto de tiempo.

Un detalle a tener en cuenta en el caso de las semiconservas es que, a pesar de que han de guardarse en la nevera para preservarlas en buen estado, a la hora de ser consumidas ha de hacerse a temperatura ambiente, por lo que es recomendable sacarlas de la nevera un par de horas antes de su consumo.

Siempre, tanto en conservas como en semiconservas, hemos de seguir las recomendaciones y vigilar la fecha de caducidad que encontraremos en los envases. Cada fabricante se encargará de recomendar la mejor forma para mantener en perfecto estado de consumo sus productos.

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