Cocido de lentejas

Cómo hacer Cocido de lentejas

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  Las lentejas son una fantástica fuente de hierro. Para disfrutar de todo su potencial, tendrás que decidir antes de nada si quieres hacer este guiso de lentejas con esta legumbre seca o bien, ya cocida.
  
  Vamos con prisas a todos lados, por eso muchas veces optamos por las legumbres “de bote”, que son una excelente opción. Si, en cambio, quieres hacer una receta que asombrarse hasta a tu mismísima madre y optas por las secas tendrás que ponerlas en remojo. Y este paso es importantísimo. No le quites importancia a este paso porque con él lo que consigues es reducir el tiempo de cocción para que, además, se puedan cocinar y comer sin problemas.
  
  Además el remojo desencadena un proceso enzimático que las hace más digestivas y con ello mucho más nutritivas. Pero, ¿existe una forma adecuada de hacer este remojo? Pues sí, tendrás que tener en cuenta el tiempo, siempre entre cuatro y doce horas y esto depende del tipo de legumbre. Para nuestras lentejas, con cuatro horas basta. Además, siempre tendrá que ser en un bol grande, con tres partes de agua por una de legumbre y a temperatura ambiente. Con todo esto, tendrás el remojo ideal para que tus legumbres queden deliciosas.
  
  Una vez hecho el remojo, escúrrelas bien y ponlas en una olla con un chorrito de oliva. Cubre todas las lentejas con agua y pon una hojita de laurel. Lleva el agua a ebullición y durante minutos deja que hierva. En cambio si has optado por unas muy dignas lentejas precocidas, ponte directamente con este paso

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  Mientras van cocinándose, ponte con el sofrito. Pica muy finos la cebolla y el tomate y rehógalos durante unos 10 minutos. Pasado este tiempo, añade el chorizo y medio diente ajo picadito.
  
  Deja que el chorizo vaya liberando su grasa y sabor para que le dé el toque que cualquier cocido de lentejas necesita.

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  Una vez esté transparente la cebolla, apaga el fuego y añade una cucharadita de pimentón a tu sofrito y desmenuza una pastilla de Avecrem, remueve bien fuera del fuego y de ahí, ¡a la cazuela! Cocina todos los ingredientes hasta que esté bien cocida la legumbre y sirve bien caliente.