Cinco formas de cocinar con caldo

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Seguro que si te preguntamos qué podrías cocinar con caldo, lo primero que te vendrá a la cabeza es la sopa o las cremas. Y no te equivocas, claro. Nada mejor que el Caldo Casero 100% Natural Gallina Blanca para preparar una rica y nutritiva sopa para disfrutar en familia.

Pero con el caldo podemos hacer multitud de recetas distintas ya que se trata de un alimento muy versátil, y hoy, te mostraremos algunas técnicas para que saques el máximo partido a este tradicional alimento. Arroces, sopas, cremas, carnes…

¡Vamos a descubrirlas!

Para potenciar el sabor del arroz

¿Cuántas recetas de arroz distintas conoces? ¡Seguro que muchísimas! Las recetas de arroz son tan variadas que puedes preparar desde una rica paella hasta una deliciosa ensalada, combinándolo con todo lo que más te guste. El arroz es uno de los alimentos más utilizados mundialmente para la elaboración de recetas pero, ¿has probado alguna vez de enriquecerlo cociéndolo en el caldo? Cuando tires el caldo hirviendo al arroz, este se nutrirá con todo su sabor.

 

Con esta técnica podrás dar distintos sabores a los arroces dependiendo del caldo que escojas y combinándolos a tu gusto con el resto de los ingredientes. Por ejemplo, en este risotto con gorgonzola e inojo utilizamos el caldo de pollo para dar contraste entre los distintos ingredientes, mientras que en la paella de calamares y setas usaremos el caldo para paella fácil para dar intensidad de sabor. ¡Tú eliges!

Para enriquecer la pasta… ¡y mucho más!

Espaguetis, macarrones, fusilli, lacitos… hay tantos tipos de pasta que, seguramente, necesitaríamos varios artículos para poder hablar largo y tendido de cada uno de ellos. Lo que está claro es que si utilizamos cualquier tipo de caldo para hervir la pasta en lugar de utilizar agua, ésta te quedará mucho más sabor a tus platos. Pero con el caldo puedes hacer mucho más ya que, por ejemplo, puedes cocinar el cuscús en él. ¿Has probado el cuscús de maíz con pasas y almendras? ¡Te va a encantar!

Para preparar sabrosos guisos y nutrir carnes o salsas

Cuando vas al extranjero y preguntas sobre nuestro país, seguro que uno de lo primero que te hablarán es de la gran calidad de la cocina. Si hablamos de gastronomía española no podemos olvidar uno de nuestros platos más representativos: los guisos. Ya sean de carne o pescado, nuestros guisos no serían igual de sabrosos si no contáramos con el caldo a la hora de prepararlos. Con un poco de paciencia, los ingredientes y el caldo adecuados  y el fuego lento harás que todos los gustos se mezcle en una combinación que te quedará genial. Si no, mira este  guiso al vino tinto. ¡Espectacular!

 

De la misma forma que complementamos la carne de los guisos con la mezcla de jugos de los ingredientes, también podemos usar el caldo para hacer ricas salsas, como en el solomillo de ternera con manzana, que utilizan el caldo para cocer los distintos ingredientes de la salsa.

 Para cocer las verduras

Ya sea para preparar verduras cocidas, como para cocinar una rica crema de espinacas, el Caldo Casero de Verduras 100% Natural Gallina Blanca te ayudará a potenciar el sabor del plato y a obtener el mejor resultado. Además de ayudarte a mejorar tus platos, también te facilitará su preparación ya que mezclándolo con las verduras trituradas y algún que otro ingrediente, te quedarán unas cremas impresionantes.

Finalmente… ¡Para una rica sopa!

Hemos podido ver arroces, verduras, pastas, guisos, carnes, salsas… Pero si hablamos de caldo no nos podemos olvidar de las sopas. Con los Caldos Gallina Blanca ahorrarás tiempo en la preparación de tus platos, pero nunca en su sabor. Cada caldo tiene sus peculiaridades y por esto tenemos un montón de sopas en nuestra página web, para que los puedas probar combinados con mil y uno ingredientes. ¿Cuál es tu preferida? Nosotros te proponemos un par: una tradicional sopa de cebolla y una sofisticada sopa de sepia al vino blanco. ¿Te podrás resistir?

 

De pollo, de pescado, de escudella, de carne, de verduras, de pollo de corral, con sofrito para paellas, fideuás… ¡Hay tantos que descubrir! Cada uno de ellos dará añadirá y potenciará nuevos sabores en tus recetas. Ahora que ya has visto muchas de las cosas que te ofrece el caldo, tan solo queda que te pongas manos a la obra en la cocina. Seguro que te quedarán unos platos geniales. ¡Que aproveche!

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¿sabes cómo limpiar callos?

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aunque en la carnicería ya vas a encontrar los callos limpios y cocidos, también puedes hervirlos en casa. en ese caso, primero debes limpiarlos bien con agua y vinagre y frotarlos a conciencia. después, pon una olla con agua en el fuego y cuando empiece a hervir tira los callos cortados a trocitos. deja que hiervan de nuevo y cuélalos. una vez ya están colados ponlos en la misma olla con agua, una cebolla, una zanahoria, un puerro, una hoja de laurel y unos granos de pimienta y deja cocer unas 4 horas aproximadamente. a continuación, ya los puedes colar y utilizarlos en la receta. tardas mucho más pero tienes la satisfacción de hacerlo tú mismo si quieres y disfrutar callos de la receta de la abuela 100%.

 

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sin embargo, acuérdate de cocinarla sin patatas porque estas no quedan bien después de congelarse.

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Un consejo clave para preparar unos callos caseros de ternera realmente deliciosos es dejar que los sabores se cocinen lentamente durante la cocción.

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para lograr esto, te recomendamos que, tras añadir callos al sofrito en la cazuela, reduzcas el fuego a bajo o medio-bajo y dejes que se cocinen a fuego lento durante un tiempo adicional, en vez de terminar el plato rápidamente. 

al cocinar los callos a fuego lento, los sabores podrán mezclarse y profundizarse, creando una textura más tierna y un sabor más rico y complejo en el plato final. además, este método de cocción lenta permite que los ingredientes se fusionen de manera más armoniosa, logrando que los callos absorban los sabores del sofrito de manera más completa. 

recuerda también que los callos tienden a volverse más tiernos cuanto más tiempo se cocinan a fuego lento, así que no tengas miedo de dejarlos un poco más si deseas una textura aún más suave. ¡el resultado final será una deliciosa y reconfortante comida casera que seguramente impresionará a todos tus comensales! ¡descubre más recetas de callos y vuélvete un experto en este ingrediente!

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Si el día que quieres comer los callos no cuentas con mucho tiempo, una solución es cocinarlos el día anterior y así solo te quedará ponerlos un momento en su salsa antes de servirlos.

Si el día que quieres comer los callos no cuentas con mucho tiempo, una solución es cocinarlos el día anterior y así solo te quedará ponerlos un momento en su salsa antes de servirlos.

para ello pon los callos limpios en agua fría con un diente de ajo, una cebolla pelada y partida en dos, la parte blanca de un puerro, perejil, sal y pimienta. ponlo a hervir y que se cocinen hasta que queden tiernos. escúrrelos y resérvalos en la nevera.

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