Rosada con almejas | Recetas Gallina Blanca

Limpia las almejas bajo agua corriente con un poco de sal, asegurándote de eliminar cualquier rastro de arena, ya que esto es esencial para disfrutar de un plato sabroso. Mientras tanto, si el pescado rosado (o pez rosada) no está preparado, solicita al pescadero que retire la piel y lo corte en filetes. Una vez listo, salpimienta la rosada para realzar su sabor y resérvala mientras te ocupas de las verduras. Este primer paso es fundamental para que tu rosada en salsa quede perfecta.

Pela y pica los dientes de ajo en trozos finos. Un consejo útil para pelarlos con facilidad es colocarlos en un recipiente cerrado y agitarlo vigorosamente, lo que hará que se despeguen la piel. Luego, corta las guindillas en rodajas finas, retirando las semillas si deseas un toque menos picante. Estas verduras aportarán un gran sabor a tu rosada, sea que la elabores a la malaqueña o en salsa, combinando perfectamente con el pescado rosa que has escogido.

Calienta un poco de aceite en una cazuela baja y comienza a sofreír los ajos, la cebolla tierna y la guindilla hasta que estén ligeramente transparentes. A continuación, añade la harina y mezcla bien para eliminar cualquier grumo que pueda surgir. Posteriormente, incorpora el vino blanco y deja que se reduzca hasta que el alcohol se evapore por completo. Agrega agua y desmenuza la pastilla de caldo, integrando todos los sabores. Este sofrito es la base ideal para tu rosada plancha o al horno.

Introduce los filetes de rosada en la cazuela, cocinando por un par de minutos para que se impregnen de los sabores del sofrito. Después, añade las almejas y el perejil, cubriendo la cazuela para permitir que las almejas se abran. Es importante mantener un ojo en ellas para evitar que se quemen. Cuando esté todo listo, sirva la rosada con almejas y disfruta de un plato lleno de sabor y frescura. La combinación del pescado rosado con las almejas hará que tu comida sea memorable.