El microondas, ¿ángel o diablo?

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Algunos lo consideran un modo de cocinar antinatural y otros, por el contrario, lo usan para preparar cualquier plato. Hay quien lo eliminaría de todas las cocinas y quien lo ha introducido incluso en los comedores de los colegios. No hay otro electrodoméstico que haya provocado más polémica entre los cocineros y, sin embargo, son pocos aquellos que renuncian a tenerlo. Vamos a aprender cómo podemos usar, lo mejor posible, nuestro microondas en la preparación de nuestros platos.

Algunos consejos básicos

Si no tenemos tiempo para descongelar los productos que hemos conservado en el congelador o si queremos ahorrar tiempo de cocción de las verduras o calentar el caldo para hacer una sopa o un plato de pasta, el microondas es nuestro mejor aliado.

Compruébalo por ti mismo preparando, por ejemplo, unas patatas al microondas. Ahorrarás mucho tiempo del cocinado y conseguirás que conserven mejor sus nutrientes que hirviéndolas. ¡Las tendrás lista en 10 minutos!

También puedes maravillarte con la versatilidad para hacer grandes aperitivos con este pequeño electrodoméstico elaborando la receta de champiñones fáciles al microondas. Se preparan en un abrir y cerrar de ojos, y quedan deliciosos.

Por otro lado, el microondas también lo podemos usar para preparar menús completos y más elaborados, desde los entrantes hasta el postre. De hecho, el horno microondas, que utiliza ondas electromagnéticas para agitar las moléculas de agua de los alimentos y calentarlos, podría perfectamente sustituir a cualquier horno convencional. Lo básico es seguir algunas pautas: no usar nunca recipientes de metal o aluminio, cubrir siempre los recipientes o platos que metemos en el microondas con tapas de cristal o usando otro plato, o mojar con unas gotas de agua las comidas precocinadas que ponemos a calentar.

Siguiendo estos consejos podrás cocinar platos tan espectaculares y sabrosos como este atún a la sevillana en microondas, un guiso exquisito. O también por qué una lasaña al estilo italiano. ¿Qué te parece, los cocinamos?


Es muy posible que alguna vez hayas tenido un pequeño susto utilizando el microondas: un huevo que explota, una salsa de tomate que borbotea y lo deja todo perdido… Y es que hay algunos alimentos que no podemos introducirlos al microondas sin un paso previo.

Los huevos, por ejemplo, debemos meterlos ya cascados y preferiblemente revueltos. Siempre sin la cáscara, ya que el aire que hay entre la cáscara, la yema y la clara del huevo podría calentarse y ejercer presión hasta el punto de hacerlo explotar. Lo mismo debemos hacer con los alimentos con piel, como las patatas, las salchichas y los tomates, es mejor pincharlas con un tenedor o un cuchillo antes de introducirlas al microondas.

Además, anota este consejo: cuando cocines al microondas ten en cuenta que este método de cocción potencia los sabores naturales de la comida. Por lo tanto, intenta utilizar pocas especias y reduce la cantidad de sal y pimienta para sazonarlos. Precisamente por eso es siempre mejor cocinar productos frescos, porque de lo contrario correrás el riesgo de resaltar los sabores menos agradables de los productos secos.

Es hora de poner todos estos conocimientos en práctica, por ejemplo, cocinando la merluza con cebolla al microondas. Pocos ingredientes para realzar un plato lleno de sabor y aroma.

Como tampoco hacen falta muchos productos para que estas albóndigas de ternera al limón al microondas queden de diez. Y es que con el limón, la nuez moscada, el perejil y una buena carde ternera se puede disfrutar de una gran comida.

Qué recipientes utilizar

La elección del recipiente para cocinar o calentar los alimentos es clave para obtener buenos resultados. Los materiales transparentes, como los de cristal o cerámicos, son los más adecuados porque dejan pasar las ondas y no se sobrecalientan. En cambio, los materiales reflectantes, como los metales, hay que evitarlos porque obstaculizan las ondas y se sobrecalientan excesivamente.

Si tienes un recipiente de arcilla, podrás usarlo siempre y cuando esté esmaltado. Por otra parte, los recipientes de papel deben tener agujeros y debes usarlos solo para cocinar a temperaturas bajas. También puedes emplear papel de hornear, o recipientes de plástico o silicona, aunque en este caso, es mejor que sea para cocciones breves, rehogar o dorar.

Con un poco de práctica

Cocinar con microondas es una forma de ahorrar tiempo y, usándolo de forma adecuada, podrás disfrutar de tus recetas preferidas en un periquete y casi sin ensuciar. ¿Te imaginas preparar en el microondas platos tan elaborados como unas codornices al brandy o un pollo asado? ¡Pues es posible!

Utilízalo para algo más que para calentar la leche por la mañana y practica un poco para aprovechar todo su potencial. Si no te sale a la primera, no desesperes. Siempre puedes seguir cocinando los alimentos que hayan quedado crudos. Es cierto que si te pasas de tiempo, posiblemente tendrás que tirar la comida, pero en el error está el aprendizaje y pronto serás un experto del microondas.

Si además de utilizar el microondas para calentar comida, cocinas también con él, ¡cuéntanos tus recetas!

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