Solomillo Wellington individual

En una cazuela, calienta un chorrito de aceite de oliva virgen extra y añade la cebolla finamente picada. Aumenta la temperatura para que la cebolla se sofría adecuadamente, durante aproximadamente 25 minutos, removiendo de vez en cuando. Cuando la cebolla adquiera un ligero color dorado, incorpora los champiñones picados. Desmenuza una pastilla de Avecrem Sabor Carne y mezcla con un poco de pan rallado. Deja que todos los ingredientes se cocinen juntos, permitiendo que los champiñones suelten su agua y se integren. Una vez alcanzada la textura deseada, retira la mezcla del fuego y reserva. Luego, sobre una lámina de papel film, extiende las lonchas de jamón y unta el relleno de champiñones y cebolla en la base. Coloca un solomillo sobre el relleno, enrolla con el jamón y asegúrate de que esté bien compactado. Puedes ayudarte con el film para que mantenga la forma y, si es necesario, ata el paquete con hilo. Lleva a la nevera mientras preparas el hojaldre, esto asegurará que el solomillo Wellington individual mantenga su estructura.

Mientras tus solomillos se enfrían en la nevera, corta el hojaldre en rectángulos que sean lo suficientemente grandes para envolver tus porciones de solomillo. Con dos de estos rectángulos, corta tiras finas que te servirán para decorar. Para iniciar la construcción de tus solomillos Wellington individuales, espolvorea un poco de pan rallado sobre la superficie del hojaldre; esto absorberá la humedad y ayudará a que el hojaldre quede crujiente. Toma un solomillo bien envuelto y colócalo en el centro de un rectángulo de hojaldre. Asegúrate de ir precalentando el horno a 190º C, dado que esto es crucial para el resultado final del hojaldre. Envuelve el solomillo con las demás láminas de hojaldre y sella los bordes utilizando un huevo batido. Si sientes que las uniones no están firmes, puedes pasar un tenedor por los bordes para asegurar que queden bien sellados.

Una vez que hayas envuelto todos tus solomillos Wellington individuales, pincela la superficie con más huevo batido para darle un acabado dorado. Usa las tiras que cortaste previamente para crear un diseño decorativo sobre cada paquete. Es importante que, antes de meter al horno, revises que todo esté bien sellado y decorado. Hornea durante unos 15 minutos o hasta que el hojaldre esté dorado y crujiente. Aprovecha este tiempo para preparar una reducción de frutos del bosque y vino tinto, que complementará perfectamente el sabor del solomillo. Una vez listos tus solomillos, retíralos del horno y déjalos reposar un par de minutos antes de servir. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan, garantizando un bocado delicioso en cada porción. ¡Disfruta de tu solomillo Wellington individual!