La clave está en mantener la frescura del pescado hasta que estés listo para utilizarlo en tu receta.
En primer lugar, evita dejar la merluza en la bolsa o en contacto con sus propios jugos, ya que esto puede acelerar su deterioro y afectar su sabor. En su lugar, saca el pescado del envase original y límpialo cuidadosamente con agua fría. A continuación, sécalo con delicadeza utilizando papel de cocina o un paño limpio.
Para prolongar la frescura de la merluza, colócala en un colador o en una bandeja con rejilla elevada. Cubre el pescado con un paño húmedo o papel absorbente también humedecido para mantener la humedad adecuada. Esta técnica ayuda a evitar que el pescado se reseque y preserve su textura y sabor naturales.
Siguiendo estos pasos sencillos, podrás conservar la merluza fresca y lista para usar en tu pastel de pescado cuando estés preparado para cocinar. Así, garantizas que tu receta conserve todo su sabor y calidad. ¡Disfruta de tu delicioso pastel de pescado casero!
Ahora que ya sabes este truco para conservar la frescura de los pescados, ¡puedes probar con más recetas de pescado y marisco!
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