Pastel de patatas y cebolla

Para iniciar este delicioso pastel de patatas al horno, comienza hirviendo las patatas con su piel en agua con sal. Cuando estén cocidas, retíralas del agua y déjalas enfriar. Una vez que puedas manejarlas, pela las patatas y córtalas en rodajas de un grosor medio, evitando que sean demasiado finas para que mantengan su textura. A continuación, selecciona un molde de cristal y úntalo con aceite o mantequilla. Ahora, coloca una primera capa de las rodajas de patatas en el fondo del molde, asegurándote de que cubra toda la base para dar inicio a un pastel de patatas bien estructurado.

Con la primera capa de patatas en su lugar, es el momento de preparar la cebolla que complementará este exquisito pastel de patatas. Corta la cebolla en juliana y ponla a pochar en una sartén con un poco de aceite de oliva. Si optas por un sabor más intenso, puedes añadir bacon cortado en tiras finas durante este proceso. Sofríe hasta que la cebolla esté dorada y tierna, y si utilizaste bacon, asegúrate de que esté bien cocido. No olvides salpimentar la mezcla antes de sacarla del fuego, y escúrrela un poco para eliminar el exceso de aceite. Esto ayudará a que tu pastel de patatas al horno no quede grasoso, manteniendo la mezcla sabrosa y equilibrada.

Después de que tu cebolla y el bacon estén listos, coloca la mezcla sobre la primera capa de patatas en el molde. Este es el momento perfecto para ir formando capas en tu pastel de patata al horno. Añade otra capa de rodajas de patatas, asegurándote de que estén distribuidas de manera uniforme, seguida de una segunda capa de la mezcla de cebolla y bacon. Repite este proceso de alternar entre las capas de patatas y cebolla hasta llegar a la capa final, que debe ser de patatas. Es importante que la última capa de patatas no sobresalga del borde del molde, ya que esto permitirá que el calor circule adecuadamente durante la cocción y garantice un pastel de patatas bien hecho.

En este último paso, vamos a dar el toque cremoso a nuestro pastel de patatas y cebolla. En un bol, bate los huevos junto con leche evaporada y un poco de queso rallado hasta que obtengas una mezcla homogénea. Vierte esta mezcla sobre las capas que preparaste en el molde, asegurándote de que se distribuya bien entre las patatas y la cebolla. Para un acabado perfecto, añade un poco más de queso rallado por encima, que se gratinará durante la cocción. Precalienta tu horno a temperatura media y coloca el molde dentro. Hornea el pastel de patatas al horno hasta que el huevo cuaje completamente. Opcionalmente, puedes activar el gratinador en los últimos minutos para conseguir una deliciosa corteza dorada en la parte superior. Al finalizar, verás un pastel de patata al horno esponjoso y jugoso que será el centro de atención en cualquier comida.