Alitas de pollo al horno

Para que tus alitas de pollo al horno queden realmente crujientes y llenas de sabor, lo primero que debes hacer es preparar un macerado delicioso. Toma un bol grande y añade pimentón, comino y un poco de pimienta negra. Luego, ralla un trozo de jengibre fresco y agrega 200 ml de Caldo Casero de Pollo 100% Natural. Este caldo no solo aporta sabor, sino que también ayuda a mantener la jugosidad de las alitas. Exprime medio limón y vierte un chorrito de salsa de soja para darle un toque especial. Mezcla todo bien hasta que los ingredientes estén incorporados, creando una base aromática para tus alitas de pollo al horno.

Una vez que hayas logrado un macerado sabroso, es el momento de preparar las alitas de pollo. Si aún no las tienes listas, asegúrate de quitarles la punta y cortarlas en dos partes, descartando la punta o guardándola para preparar un caldo más tarde. Una vez cortadas, introduce las alitas en el bol con el macerado que preparaste anteriormente. Es fundamental que las dejes marinar durante toda la noche; así, las alitas de pollo absorberán todos los sabores del macerado, lo que hará que el resultado sea realmente excepcional al momento de cocinarlas. Este tiempo de reposo es clave para realzar el sabor y la textura de las alitas.

Al llegar el día siguiente, es hora de poner en práctica todo lo que preparaste. Precalienta tu horno a 200ºC, ya que esta es la temperatura ideal para que tus alitas de pollo al horno se cocinen de manera uniforme. Mientras se calienta, saca las alitas de pollo del macerado y colócalas en una bandeja de horno. Para añadir aún más sabor, vierte un poco del jugo del macerado sobre ellas. Agrega 4 dientes de ajo enteros y sin pelar, y exprime medio limón por encima. Finalmente, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Este paso asegurará que tus alitas queden doradas y perfectamente cocidas. Ya estás listo para hornearlas durante 15 minutos, un tiempo que permitirá que comiencen a absorber los sabores y a adquirir una textura irresistible.

Después de esos 15 minutos iniciales, abre el horno y saca la bandeja para darle a tus alitas un toque adicional de sabor y jugosidad. Vierte más Caldo Casero de Pollo 100% Natural sobre las alitas, lo que evitará que se quemen o queden secas. Este truco es fundamental para que tus alitas de pollo al horno queden perfectas. Regresa la bandeja al horno y sigue cocinando hasta que estén completamente listas; notarás un aroma irresistible que indicará que están a punto de ser disfrutadas. ¡Y así tendrás unas alitas de pollo al horno que quedarán para el recuerdo, perfectas para compartir!