¿Los alimentos light adelgazan?

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En la actualidad se pueden encontrar en el mercado numerosos alimentos con el calificativo de light, “ligero” o “aligerado”, como por ejemplo derivados lácteos, jamón york, paté, mahonesas, cacao en polvo, refrescos, mermeladas, galletas, pan de molde, etc.

El término light se aplica a los alimentos que tienen una reducción de su valor calórico con respecto al alimento completo, independientemente de que se elimine o no la fracción grasa. La reducción en el aporte de calorías de estos productos se realiza disminuyendo la cantidad de hidratos de carbono o de grasas, empleando sustitutivos, como por ejemplo edulcorantes, etc. En ocasiones, el producto puede ser prácticamente acalórico, aunque pueda contener otros valiosos nutrientes, como vitaminas o minerales. Debido a la reducción de calorías, su contenido energético es menor que la misma cantidad de alimento no modificado. Sin embargo, eso no significa que adelgace, ya que para perder peso es necesario que haya un balance negativo entre lo que se consume y lo que se gasta. Por lo tanto, tomar productos light sólo conseguirá un efecto adelgazante si se reducen de la alimentación diaria los alimentos globalmente más calóricos, sean o no light, pero nunca por el simple hecho de consumirlos en sí.

Una alimentación saludable y la práctica regular de actividad física contribuyen al mantenimiento de un buen estado de salud, de un peso saludable y ayudan a prevenir enfermedades. En caso de que sea necesario adelgazar, se recomienda seguir una dieta variada, suficiente y equilibrada, combinada con ejercicio físico, y no es necesario recurrir a estos productos .

Los requisitos que deberían cumplirse para calificar un alimento como light son los siguientes:

  • Que existan productos similares sin modificar en el mercado (“no light”).
  • Que la reducción del valor energético sea como mínimo del 30% respecto al producto de referencia.
  • Que en el etiquetado, además de mencionar el porcentaje de reducción, aparezca su valor energético y el del producto de referencia (por 100 g ó 100 ml) y, si se desea, el valor energético por porción.
  • No deberían someterse a publicidad engañosa ni emplear el calificativo de “adelgazante” o “de régimen”.

Hay que señalar que no todos los productos que se encuentran disponibles en el mercado, cumplen las anteriores especificaciones. Por ello, es importante informarse, tener una visión crítica y leer siempre la etiqueta del producto al hacer la compra.

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