Ayer por la noche el misterio quedó resuelto cuando Juan Manuel obtuvo el reconocimiento del jurado y se impuso a Eva y a Fabián, sus compañeros en esta final que fue seguida por millones de españoles. Su cara al recibir el trofeo de manos de Ferran Adrià demostraba su immensa alegría por haber superado las duras pruebas que el jurado, formado por Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz, le ha puesto por delante durante estas semanas.
Pasó con nota la primera prueba al presentar la mejor caldereta de pescado de todas (la Zarzuela que le enseñó a preparar su madre, en realidad). Una primera prueba en la que vimos como Fabián se despedía de la competición final. Ya en el último tramo del programa, y ante la atenta mirada de Ferran Adrià, Eva y Juan Manuel prepararon un menú de tres platos que tenía que demostrar que merecían el premio. Y lo lograron de sobras, con platos elaborados que se ganaron los elegios tanto del jurado como del mejor cocinero del mundo.
Pero sólo podía ganar uno. Ya lo dijo Pepe Rodríguez: "hemos tenido que tomar la decisión más difícil de nuestras vidas". Y la decisión fue proclamar a Juan Manuel primer Masterchef de España. El concursante que presentó un "plato combinado" (en palabras de Samantha) y que ha evolucionado hasta el punto de ser capaz de preparar y presentar un carpaccio de vieiras que tenía una pinta deliciosa.
Ahora, tras la finalización del programa, con 100.000 euros en el bolsillo y la próxima publicación de un libro de recetas, Juan Manuel ha visto cumplido el sueño de demostrar a todo el mundo que es un auténtico Masterchef. Este camarero almeriense de 25 años ha consiguido llegar a la final gracias a su talento y también a su discreción. Ha sido un poco la hormiguita del programa, sabiendo trabajar duro para sacar adelante los retos que le proponían pero sin hacer demasiado ruido. Masterchef no ha sido ni ha pretendido ser un “reality” al uso y si alguien lo ha reflejado a la perfección ha sido él. Discreto y muy trabajador, ni siquiera su enfrentamiento con José David ha pasado de una anécdota. Y es que él, ya sea por carácter o por estrategia, ha intentado no entrar al trapo. Y lo ha conseguido.
Si hay que destacar un punto débil de Juan Manuel quizás sería que cuesta verlo nervioso y no se altera por casi nada. Y aunque esto es positivo, quizás en la cocina hace falta un poco más de nervio para enfrentarse al duro trabajo de los chefs. Pero seguro que tras ganar la primera edición del programa en España tendrá ahora la oportunidad de demostrar, más si cabe, sus excelentes capacidades detrás de los fogones. Adrià les dijo que no buscaran el éxito, sino la felicidad. No hay duda de que Juan Manuel, ayer, la encontró. ¡Felicidades Masterchef!
