Si tienes un queso muy grande que no vas a utilizar enseguida puedes congelarlo. Córtalo en trozos para no tener que descongelarlo entero y envuélvelo en papel encerado y luego en papel de aluminio para evitar que se seque. Ten en cuente que, los quesos duros se mantendrán 6 meses congelados; los blandos, unos 4 meses; y los frescos es mejor no congelarlos.
Añade este artículo a tus favoritos
Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado
Encuentra la receta que buscas
Te sugerimos...
No encontramos resultados para tu búsqueda.
Verifica la ortografía o prueba con una palabra diferente.
Filtrar
Tiempo
Nivel