Pastel de calabacín

Comenzamos picando finamente una cebolla, ya que su sabor será fundamental para darle profundidad a nuestro pastel de calabacín. Opta por cortarla en juliana, asegurándote de que las piezas sean delgadas para que no interfieran con la textura del pastel. En una sartén con un poco de aceite de oliva virgen extra, saltea la cebolla a fuego medio hasta que se vuelva transparente. Para un toque aromático adicional, añade una ramita de romero. Una vez que la cebolla esté lista, retírala del fuego y resérvala mientras seguimos con la preparación del pastel de verduras con calabacín.

Pasa a trabajar en el protagonista de nuestra receta: el calabacín. Asegúrate de limpiarlo bien, pero no retires la piel, ya que contiene una gran cantidad de fibra y nutrientes. La piel aporta un hermoso color verde al pastel de calabacín. Una vez limpio, corta el calabacín en rodajas finas. Este paso asegurará que la verdura se cocine de manera uniforme y que cada bocado sea delicioso. Reservar las rodajas de calabacín es esencial antes de continuar, ya que necesitaremos integrarlas en las capas de nuestro pastel de verduras con calabacín más tarde.

Ahora es momento de preparar la mezcla que unirá todas nuestras verduras. En un bol grande, rompe unos huevos y bátelos con energía. Esta mezcla será clave en la textura del pastel de calabacín, ya que es lo que mantendrá unidas todas las capas. Agrega un poco de pimienta y una pizca de nuez moscada para realzar los sabores. Para darle un toque especial, incorpora una pastilla de Avecrem Vegetal, deshaciéndola con los dedos para facilitar su integración. Bate bien hasta que todo esté perfectamente combinado y la mezcla adquiera un color homogéneo. Reserva esta mezcla para utilizarla más adelante en el armado del pastel.

Finalmente, coloca tu pastel en el horno precalentado a 175 °C y déjalo cocinar durante 30 minutos. Es vital que no abras la puerta del horno durante la cocción, ya que esto podría afectar la temperatura y el tiempo de cocción. Después de este tiempo, tu pastel de verduras con calabacín debería estar dorado y firme. Una vez fuera del horno, déjalo enfriar un poco antes de desmoldarlo. Puedes servirlo caliente o a temperatura ambiente, acompañado de una ensalada fresca o tomate cherry como decoración. Este pastel de calabacín será el protagonista en tus comidas y una opción deliciosa y saludable para cualquier ocasión.

Es hora de ensamblar nuestro pastel de calabacín. Para ello, utiliza un molde circular que previamente habrás engrasado con mantequilla para evitar que se pegue durante la cocción. Comienza por colocar una primera capa de rodajas de calabacín en el fondo del molde, seguida de una capa de cebolla salteada y un poco de queso rallado. Repite estos pasos, alternando los ingredientes en capas, hasta que hayas llenado el molde. Puedes hacer entre tres y cuatro capas. Asegúrate de que al final viertas la mezcla de huevos reservada, impregnando bien todas las capas. Este líquido será crucial para darle forma al pastel, así que verifica que cada parte esté bien empapada antes de coronar la preparación con una última capa de calabacín.