Crema de remolacha

Empezamos esta receta de crema de remolacha, preparando las mismas remolachas. Si las has comprado ya cocidas, saca el líquido, lávalas y escúrrelas bien. Si las has comprado crudas, primero tenemos que lavarlas bien debajo del grifo de agua, pelarlas con un pelador de verduras o cuchillo fino y cocerlas. Para ello, mételas en un cazo con el caldo y déjalas hervir durante 30 minutos o hasta que estén tiernas. Para saberlo, pínchalas con un cuchillo y si puedes atravesarlas es que ya están listas. ¡Seguimos!

Ahora añade la remolacha en la batidora junto con el caldo, la nata, el zumo de limón y el yogur, y tritura bien hasta que quede la textura de una crema. Deja enfriar fuera de la nevera.

Finalmente métela en la nevera y deja enfriar hasta que esté bien fría. En el momento de servir, pica un poco de perejil y espolvoréalo por encima. También puedes decorarla con un poco de nata montada en el centro.

Las cremas son una solución ideal si no queremos pasar mucho tiempo cocinando y queremos comer de forma sana y equilibrada. Hay muchísimas recetas con las que innovar para no preparar siempre las que ya conocemos. ¿Quieres que te propongamos algunas ideas? Toma nota: crema fría de espárragos con guisantes y salmón, crema de zanahorias al perfume de naranja o crema de alcachofas con jamón. ¿Te atreves con alguna de ellas? ¡Todas están deliciosas!

Y si te gusta la remolacha, puedes encontrar muchísimas otras recetas que la integran en todo tipo de platos. Pruébalos, ¡seguro que te encantan!