Comienza pelando las patatas y córtalas en medias lunas. Sumérgelas en un bol con agua fría para eliminar el exceso de almidón. Luego, llévalas a una olla con agua y cuando comience a hervir, reduce el fuego y cocina durante aproximadamente 10 minutos hasta que estén ligeramente tiernas pero aún firmes.
Este paso previo de precocción en agua asegura que las patatas mantengan su textura y absorban la humedad adecuada antes de ir al horno. Una vez cocidas, escúrrelas y mézclalas con mantequilla, sazónalas con una pizca de pimienta y nuez moscada para realzar su sabor.
Ahora, con las patatas preparadas y sazonadas, están listas para ser horneadas. Colócalas en una bandeja para horno y mételas en el horno precalentado. Verás cómo este pequeño truco no solo agrega jugosidad a las patatas, sino que también resalta su sabor natural.
Al seguir estos pasos simples antes de hornear las patatas, lograrás una textura más tierna y un sabor más pronunciado. La combinación de la precocción, la mantequilla y las especias realzarán el gusto de las patatas al horno, transformándolas en un acompañamiento delicioso y jugoso para cualquier comida. Este truco culinario no solo aporta más sabor a tus platos, sino que también te permite optimizar tu tiempo en la cocina.
¡Aplica este truco en todas tus recetas con patatas y sorprende a todos con su increíble sabor y textura!
No encontramos resultados para tu búsqueda.
Verifica la ortografía o prueba con una palabra diferente.