Un truco para que esto no te pase es agregarles la yema de un huevo. Así conseguirás que la masa quede más unificada y podrás formar las albóndigas sin ningún tipo de problema. ¡Ya verás que cocinar albóndigas es muy fácil!
Es cierto que a nosotros el conocimiento del plato nos viene de los árabes, pero hay estudios que muestran que en la imperial Roma ya había algunas recetas de albóndigas. Se hacían con carnes de vacuno, pollo, pavo real, conejo y cerdo. Posteriormente, y entre las clases más populares, era mucho más frecuente comprar las albóndigas ya hechas (en molde) y fritas en el mercado que prepararlas en casa. ¡Esperamos que hayas disfrutado de estas albóndigas en salsa y que hayas aprendido algunas curiosidades! ¿Te apetece un guisado de albondigas con conejo? Pincha aquí.
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