Saca el rabillo de las manzanas y resérvalo a un lado. De esta forma, te será muy sencillo rellenarlas con trozos de chocolate negro para fundir. Cuando acabes, tapa las manzanas con la parte superior que has extraído y hornéalas. A la hora de presentarlas parecerá que están intactas pero su corazón será muy cremoso gracias al chocolate fundido.
Añade este artículo a tus favoritos
Y tenla a mano siempre que quieras
El truco ha sido copiado
Encuentra la receta que buscas
Te sugerimos...
No encontramos resultados para tu búsqueda.
Verifica la ortografía o prueba con una palabra diferente.
Filtrar
Tiempo
Nivel