Cuando quieras preparar una salsa bechamel sin perder demasiado tiempo, tienes más que poner a calentar medio litro de leche mientras mezclas en un cuenco tres cucharadas soperas de aceite de oliva virgen y dos de harina. Añade la mezcla a la leche caliente y no dejes de remover mientras hierve. Por último, incorpora un poco de sal y una pizca de nuez moscada y, cuando espese, tendrás una cremosa y deliciosa salsa que gustará a todos.
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